Rodrigo Us May/SIPSE

Existe entre los jóvenes bachilleres una gran demanda por las carreras en el área de la salud en nuestro Estado, pero, desgraciadamente, muchos con talento y grandes capacidades se quedan sin lugar en la matrícula de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady). En esas carreras, el número de sustentantes y la relación con los admitidos es simple y sencillamente alarmante.

A continuación, expongo datos publicados por la casa de estudios (fuente: www.seleccion.uady.mx), en los cuales se informa de los resultados del proceso de admisión (2018-2019) para las principales carreras de tan importante área: Médico cirujano, admitidos 192 (6%) de 3,297 sustentantes; Enfermería (Mérida), admitidos 80 (11%) de 719 sustentantes; Cirujano dentista, admitidos 100 (16%) de 631 sustentantes; Rehabilitación, admitidos 60 (14%) de 442 sustentantes; Nutrición, admitidos 60 (22%) de 273 sustentantes.

Como se aprecia, es preocupante el número de aspirantes no admitidos. ¿Qué pasa con estos alumnos? ¿Terminarán sus sueños? Es bien sabido que estos alumnos llevan más de un intento sin éxito para ingresar y que además no cuentan con los recursos financieros para poder costearse una carrera en el área de la salud en instituciones del sector privado.

La mayoría de estos jóvenes terminan estudiando alguna carrera en otra área distinta o en el peor caso decidirán incorporarse al sector laboral dejando a un lado su formación profesional.

Ante esto, considero que uno de los proyectos que la sociedad demanda y que no ha sido propuesto por los ganadores de la contienda electoral es el que un servidor nombra “LA UNIVERSIDAD YUCATECA DE LA SALUD”, que consistiría en un plantel educativo en el cual se impartirían carreras y especialidades del área de la salud y que tendría como objetivo proporcionar espacios para los alumnos con determinados estándares de calidad y que, por alguna razón, pudieron acceder a un cupo en la Uady.

Se escucha lejano, pero, de poder consolidarse algún día esta propuesta, sería de gran beneficio para jóvenes, empresas, instituciones y para la sociedad en general. Pues para nadie son un secreto las grandes carencias de personal calificado que hay dentro y fuera del Estado en lo que al sector salud se refiere.

Para lograr dicha propuesta es necesario que exista un verdadero proyecto de inversión, sustentado en bases sólidas y reales; por otro lado, es importante que se conjunten voluntades, esfuerzos y recursos financieros de nuestras nuevas autoridades (Continuará).