Visión integral de la sexualidad (2)
La apreciación de uno mismo es muy importante, pues rige la conducta y favorece el desarrollo integral.
Nadie te puede lastimar si tú no lo permites.- Anónimo
Cuando se tiene un autoconcepto y una autoimagen pobre y negativa cuesta trabajo vivir la sexualidad plenamente porque la visión está en lo negativo y es lo que resalta en el diario vivir. Si se cambia la visión hacia lo positivo, entonces se apreciarán la sexualidad y la belleza que encierra.
La apreciación de uno mismo es muy importante, pues rige la conducta y favorece el desarrollo integral. Se aprecia la posibilidad de dar y recibir ternura, de darse como persona a otra, se reconoce la bondad del propio cuerpo, se explora la riqueza del ser y se expresa. Gozaremos la plenitud de entrar en comunión con los demás y la posibilidad de una comunicación interpersonal más amplia al no limitarlas a lo genital, y la capacidad de dar vida física, afectiva y espiritual a través de la sexualidad.
Al valorar la propia sexualidad como algo muy personal y apreciarse como persona se podrán conocer profundamente las diversas necesidades como: la autoestima, respeto, comunicación, afectividad, descanso, las necesidades sexuales, etc. Quien avanza en su desarrollo llena sus necesidades armónicamente. Al hacerse responsable de ellas, no culpará a otros o a la sociedad de su insatisfacción y frustración.
Cuando se conquista el poder de automodificarse se generan muchas satisfacciones y se benefician las personas con las que convivimos. En el campo psicoafectivo, al desarrollar la experiencia de la intimidad y de una honda comunión y la transparecia y denudez psicológica, enseñamos y aprendemos que dicha intimidad y el compromiso personal no son de temer sino que nos nutren.
Cuando estamos satisfechos, la confianza, el compromiso y la seguridad alcanzan un alto nivel y significado. Tiene gran importancia no “herir” a nadie cuando comparte su intimidad (psicológica y física), pues si se rompe esa relación, quien salió herid@ se queda con cierto deseo de venganza y con su siguiente pareja tendrá la tentación de lastimarla. Así se forman círculos viciosos de personas heridas que hieren.
Aprender a abrirnos en un ambiente de seguridad es vital para nuestra maduración afectiva y sexual.
¡Ánimo! hay que aprender a vivir.