Vocación y compromiso

El éxito no es cuestión de “suerte” ni es privilegio de algunos, sino vocación de todos.

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No basta ser hábil para responder en la vida… hay que revisar si las respuestas son las adecuadas.- Daniel Goleman, psicólogo

Se ha dicho que la fuerza de una vida no se mide por lo vivido sino por el entusiasmo y responsabilidad puestos en lo que se ha vivido. Todos los hombres y mujeres que han aportado avances y dejado huellas positivas en la historia de la humanidad es porque cumplieron a conciencia su vocación y compromisos.

La palabra responsabilidad está compuesta por dos palabras: “respuesta” y “habilidad”. Las respuestas son las que damos a las diversas situaciones, retos, eventos, y personas que aparecen en el escenario de nuestra vida. Generalmente somos hábiles para responder, sin embargo, a veces, las respuestas dejan mucho que desear.

La persona responsable comienza por saber y reconocer cuáles son sus propios deberes y es fiel a su misión clarificando lo que le toca hacer según su estado de vida, su profesión, etc., es decir, lo que le compete en su situación concreta. Conoce sus compromisos intransferibles llevándolos al cabo con constancia y buen ánimo, poniendo lo mejor de sí misma.

Quien es irresponsable, se justifica y excusa con frases pueriles como: “yo no sabía…”, “se me olvidó”, “después lo haré”, “estuve muy ocupad@”, etc., y así trata de encubrir el incumplimiento de sus compromisos. Se le van las oportunidades, no le rinde el tiempo, no hace su trabajo con eficacia y eficiencia, queda mal con los clientes, las cosas le salen mal, sufre y hace sufrir, no sale de la mediocridad y no alcanza sus objetivos.

En grandes políticos y exitosos artistas, líderes, profesionistas y empresarios, la acción responsable es su carta de presentación.

La responsabilidad se nutre de esfuerzo y perseverancia, de audacia y prudencia, de paciencia y de logro. Hay que vivir con inteligencia y nobles ideales.

El éxito no es cuestión de “suerte” ni es privilegio de algunos, sino vocación de todos. Porque aun lo que la mayoría considera “fracaso”, en manos de una persona responsable, se convierte en victoria y éxito.

¡Ánimo! hay que aprender a vivir.

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