|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Compartir mis lágrimas y mi suavidad es un acto de amor. Compartir mi fuerza y mi seguridad es también un acto de amor.- Audre Lorde, escritora

La sobreexigencia se relaciona con algún error al planear las actividades del día. A menudo se puede ver que hacer todo lo que nos proponemos es inhumano, y si no hacemos “todo” nos sentimos defraudado@s de nosotr@s mism@s o terminamos el día agotad@s, de mal humor, impacientes e incluso con alguna molestia física, como contracturas musculares, etc.

Hay que plantearse expectativas y metas reales, aceptando los límites de tiempo, tráfico, distancias, etc., teniendo en cuenta especialmente nuestra capacidad de trabajo. Hay quienes pueden hacer muchas cosas en un día y eso les divierte y gratifica y otros se aturden con la mitad de esas actividades. Hay que tomar también en cuenta nuestra disponibilidad, ya que es cambiante por diferentes factores, tales como responsabilidades en el trabajo, si estamos casados, con la familia (hijos pequeños), si contamos con ayuda para delegar algunas responsabilidades, la edad, etc. Hay un tiempo para cada cosa… “Sabia virtud de conocer el tiempo…”.

Lamentamos lo que no tenemos y dejamos pasar y gozar lo que sí tenemos. Miremos y aprovechemos el ¡HOY!: hoy estoy saludable, hoy tengo a mi esposo/a, hoy tengo a mis hijos en casa, hoy hay sol, hoy… mañana no lo sé, no me pertenece. Al vivir conscientemente compartiremos responsabilidades, tareas y sueños que nos conciernen a varones y mujeres; son los momentos de compartir con la pareja, con el compañero/a de trabajo, con los amigos, las posibilidades y los límites, aportando todos en la familia, en el trabajo y en la comunidad.

La palabra “juntos” es preciosa para expresar un anhelo necesario y creciente: aportar la propia riqueza de ser mujer y de ser varón, el de sumar y complementarnos sin quedar desdibujados/as, ni perdidos/as al caminar juntos en la vida. “Construyendo juntos” es el desafío de género ahora y en las próximas generaciones.

No sólo con la pareja, en la familia, en la sociedad, sino para construir juntos el ser personal: yo no puedo sola, es más, no quiero sola, porque juntos es mejor, es más completo, podemos ser más felices.

¡Ánimo! hay que aprender a vivir.

Lo más leído

skeleton





skeleton