Si te entusiasmas con lo que eres y haces, le estarás diciendo al mundo: ¡hey! lo que soy y hago es valioso e importante.- Martín Luther King, pastor bautista

Sentirnos vivos es más que saber que respiramos y nos movemos. No se trata de vivir desesperadamente cada momento como si fuera el último, recordando que un día todos moriremos.

Para sentirnos vivos hay que poner los cinco sentidos en cada momento, como si fuera el único; dejar el pasado atrás y no pensar en el futuro, para saborear el presente. Hacer un proyecto de nosotros mismos, crearnos de nuevo, ¡renacer! ¿Qué quieres y puedes mejorar de ti mism@?, ¿el aspecto exterior, la calma interior, tu entorno? Hay que valorar cada aspecto de uno mismo. Los cambios que desees has de provocarlos. Solo hace falta poner un poco de tu parte. La vida puede mejorar en un instante.

Hacer conscientemente lo que nos motiva y alegra la vida; reírse y disfrutar los regalos que el Creador nos ofrece y, al final, siempre nos quedará la maravillosa sensación de haber vivido al tope, de haber experimentado con intensidad cada momento y preparados para disfrutar del sueño nocturno. Vivir el presente es lo mejor para sentirnos vivos.

Somos capaces de vivir el momento presente totalmente, saboreando lo bueno y aceptando los sinsabores que también tiene la vida; asimismo, convencidos que tenemos un atractivo interno que aflora en cada palabra, en cada gesto y en lo que nos ocupemos. Podemos revisar con honestidad nuestras actitudes para mejorar nuestra personalidad considerando estas preguntas: ¿acostumbro mirar a los ojos mientras hablo con alguien?, ¿cuando me interrelaciono, lo hago sabiendo que tengo un atractivo personal y único?, ¿tomo en cuenta que en una conversación son dos personas las que participan y aportan, en lugar de que yo solo hable y que los demás escuchen?, ¿me respeto, primero, a mi mism@, para poder respetar a los demás?, ¿estoy consciente de lo bien que resulta ser yo mism@?

Nuestra actitud es la base de todo. A todos nos atraen personas exitosas, alegres, positivas, saludables, seguras de sí mismas, sin máscaras y congruentes, pero a veces todas esas cualidades no las tiene una misma persona. No obstante, son dignas de respeto y pueden resultar atractivas. Si procuramos tener sentido del humor sabremos sacar lo bueno de cada momento, agradecidos y felices de vivir, esforzándonos por exprimirle a la vida hasta la última gota.

¡Ánimo! hay que aprender a vivir.