Licores de Yucatán, riqueza redescubierta

Los licores de Yucatán siempre se han distinguido no sólo por su calidad sino por su variedad y sabores auténticos.

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Muchos productos locales han acompañado a la familia yucateca por generaciones: ungüentos, salsas, refrescos, cerveza, alimentos y decenas más; la publicidad -y lo que vemos en el supermercado- muchas veces marca tendencia en nuestros gustos, pero no hay que olvidar que existen productos de calidad y sabor, hechos en Yucatán, que se distinguen por ser únicos y que han sido olvidados por las intensas estrategias y campañas de manufacturas de fuera.

Los licores de Yucatán siempre se han distinguido no sólo por su calidad sino por su variedad y sabores auténticos.

Licorerías de antaño, como Sosa de Valladolid y otras marcas menores, ya no se ven más, pero las firmas vigentes y pujantes son licorería Achurra, con sus marcas de rones populares como Piza, provenientes de ingenio cercanos; Aristi, propiedad ya de empresarios del norte del país, con su Xtabentún y creatividad en bebidas muy para mercados turísticos, y el Mercedes Benz de los licores: Argáez, de Conkal, con su ron Gran Reserva y licor de nance producidos orgánicamente y con alto rigor en la calidad.

Los procesos de destilación y presentación son similares, pero los de alta calidad no usan tintes sino madera para darles color y sabor; en Xtabentún no usan azúcar sino miel; hoy se compra Chinchón, que es un anís con azúcar, en lugar del Xtabentún, que es hecho con miel, por la publicidad y por estar presente en las cartas de los restaurantes, pero definitivamente los licores yucatecos son más sanos y puros.

El despegue de los licores vino con el auge del turismo que buscaba productos regionales y sabores para conocer, pero es la oportunidad que tenemos que aprovechar para retomar el gusto por los licores de antaño y que hay para todos los mercados y gustos. El problema de los productos yucatecos son los convenios de los grandes distribuidores y supermercados con las marcas transnacionales que vienen acompañadas de intensas campañas de publicidad que achican la presencia en el mercado de nuestros productos.

Retomar el gusto por los licores yucatecos no sólo es un privilegio de sabor y calidad sino que define la identidad cultural de Yucatán, de la que debemos estar orgullosos y que muchos estados envidiarían; los esfuerzos para promover este giro se están dando en la cerveza con grandes logros, pero los licores llevan años de ventaja y pueden ser la próxima riqueza del Estado.

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