El cuerpo debe trabajar para ti, no al revés

Cada patada, golpe de puño y trabajo con saco y manoplas deben estar dirigidos a desarrollar el máximo potencial de cada practicante.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Hoy abordaré el tema de la preparación para la defensa personal, empezando por señalar la importancia de mantener lo simple sobre lo complicado, ya que si alguna técnica es difícil de realizar en clase, más lo será en una situación de ataque callejero.

Otro punto a destacar es la solución del problema, es decir, detener al agresor de manera rápida y eficaz; para ello la preparación mental es fundamental en la cual los entrenamientos deben ser lo más cercanos a la realidad, pero siempre con el cuidado de evitar lastimar a los practicantes. ¿De qué sirve salir lastimado en clase?

Entrenar fuerte y enfocado es la base para todo lo anterior, en cada sesión se deben realizar las técnicas con intensidad, con la meta de ser mejor y subir de nivel, de esta manera el cuerpo podrá reaccionar con mayor éxito. Cada patada, golpe de puño y trabajo con saco y manoplas deben estar dirigidos a desarrollar el máximo potencial de cada practicante.

Sin reglas. En la calle no hay reglas, lo mismo puede ser el ataque de uno solo o varios contra uno, con o sin armas, lo más seguro es que no haya nadie que detenga al agresor si caemos al piso, entonces se debe entrenar incluso en la idea de convertir en arma cualquier objeto cotidiano como un bolígrafo, libreta, etc. Pero aún en esa perspectiva sin regla tenemos un código de honor, sobrevivir.

Golpeo sobre cualquier ataque.Si ya es inminente la agresión, ¡pégale!, si te trata de ahorcar, ¡golpéalo!, si quiere darte un golpe, ¡impáctalo!
Aunque esto parezca grotesco, si no hay más remedio y tampoco existe la posibilidad de retirarse, la persona debe defenderse pero siempre como último recurso.

En síntesis, estas sugerencias se resumen en mantener la respuesta simple, resolver el problema, entrenar fuerte y enfocado, sin reglas y... ¡pégale!

Desde los primeros entrenamientos se debe fortalecer los movimientos naturales del cuerpo, a fin de insertarlos con éxito en nuestro arsenal técnico.

En defensa personal no buscamos medirnos con nadie, en la calle no vamos a pelear, nos vamos a defender, se trata de supervivencia, evadir, prevenir y conectarte con tu medio ambiente y siempre buscar la ventaja, no igualarse.

Una de las técnicas de especial utilidad para defenderse es la visión periférica, es decir, ser capaz de ampliar el campo de visión para repeler ataques desde todas direcciones y eso, con la práctica, aumenta los reflejos de manera notable.

Por último, entrenar para defensa personal es diferente a entrenar para torneos, se trata de contar con movimientos y técnicas para llegar con bien a casa, ante todo se pretende evitar a toda costa la confrontación. 

Lo más leído

skeleton





skeleton