Les voy a hablar de un aspecto poco conocido del actor y conductor de televisión Omar Chaparro, su faceta de artemarcialista, es cinta negra de karate do shotokan, empezó a entrenar a los 13 años y a los 28 ya llevaba buen récord de torneos ganados a nivel estatal, nacional y panamericanos.

Originario de Chihuahua, en primera instancia acudió a entrenar karate a los 7 años, pero luego de recibir una patada en el rostro de parte de una niña cinta verde, no regresó sino hasta los 13 años entrenando por 15 consecutivos.

En la actualidad suele practicar dos ó tres veces por semana, e incluso en algunas de las películas en las que ha incursionado muestra parte de sus conocimientos en escenas de pelea. De acuerdo al actor, durante su carrera en el karate, le quebraron un diente, le enchuecaron la nariz y tuvo una que otra fisura, pero asegura que ante todo ganó disciplina y sabe lo serio que es el arte marcial.

Uno de los sueños de Omar Chaparro era ser actor de escenas de riesgo como Jackie Chan, a quien admira y suele pensar en llegar a interpretar el papel de un artemarcialista, aprovechando sus conocimientos en el arte japonés.

En una ocasión hizo una cápsula de pelea con el luchador ‘Shocker’, quien le abrió la boca de un golpe y Omar respondió con una patada, por fortuna el caso no pasó a mayores y personal del staff los detuvo. En esa ocasión Chaparro externo su respeto a la lucha libre, la cual según sus palabras considera mitad espectáculo y mitad realidad, “pero de que se dan sus trancazos, se los dan”.

Esta faceta del actor, más que prepararlo para la pelea callejera, le ayudó a superar sus límites, a forjar su carácter y sobre todo a ser una mejor persona, más tolerante, controlando sus emociones y por ende sus acciones.

Detrás de las ocurrencias de este versátil personaje hay un practicante de artes marciales, forjando todos los días su personalidad para ser mejor en cada aspecto de su vida profesional y familiar.