El fin de semana pasado visité uno de los cenotes más populares de la península, por lo menos así se publicita en las redes sociales; en verdad durante muchas semanas había tenido la curiosidad de conocerlo, así que tomé la mochila, cargué muy bien mi celular
para las fotos del recuerdo y dirigí mi camino hacia el bello Temozón, un municipio ubicado en el oriente del Estado y en donde
uno de sus platillos típicos es la carne ahumada. El lugar que conocí se llama Eco Parque Hubikú, un sitio rodeado de naturaleza y que a primera vista muestra la mano de obra que ha invertido el hombre para posicionar este tipo de espacios como verdaderos lugares óptimos para que el turismo se lleve una experiencia diferente durante su visita.

Sabemos que en la península hay cientos de cenotes, unos muy populares y otros casi inexplorados y es por tal motivo que ahora
los responsables de estas bellezas naturales deben ingeniárselas para mantenerlos en óptimas condiciones y garantizar la visita de
personas que, como yo, buscan experiencias diferentes. 

Platicando con las personas que trabajan ahí, supe que este parador tiene aproximadamente 7 años; sin embargo fue en los últimos 2 cuando tomó su mayor auge, debido a las alianzas que se han logrado hacer y así conseguir que el turismo internacional que
sobre todo llega a Quintana Roo pueda visitarlo y que con ello pueda llevarse un pedazo de Yucatán, al menos en su recuerdo.
Otra de las estrategias que a mi parecer le han funcionado a este tipo de parques es ofrecer paquetes de actividades dentro del mismo complejo, como lo pueden ser atracciones relacionadas con la cultura maya y hasta garantizar los alimentos al estilo buffet; bueno, todos tienen que ver cómo hacerle, ¿no?

En resumen, hoy Yucatán está de moda y los cenotes forman parte de esa gama de atractivos que en su conjunto hacen de nuestro
Estado un punto obligado para los turistas que llegan a nuestro país; ahora está en nosotros promoverlos, presumirlos y también contribuir en el cuidado de estos atractivos naturales que mucho nos dan. Sin duda trabajando en equipo lograremos que estas
bellezas se conserven por muchos años más, ya que con toda seguridad somos privilegiados al tenerlos tan cerca y poder
disfrutarlos las veces que queramos.