A pesar de que la “heladez” se ha comenzado a sentir en nuestro Estado y en gran parte de la Península de Yucatán, decidí aventurarme a la ya muy famosa Ruta de los cenotes, misma que se inicia en el municipio de Acanceh y finaliza en Homún. Para poder disfrutar de estas maravillas naturales te recomiendo salir muy temprano de casa y que los primeros rayos del sol te despabilen en carretera; además sentirás hambre rápido y será el pretexto para comerte unos buenos kibis en el camino.

Es importante decir que la zona que abarca esta ruta tiene decenas de cenotes, unos más bonitos que otros, y los precios pueden variar dependiendo de la cooperativa que los maneje. Visité 2, el primero fue en la comisaría de Eknakán, el lugar se llama Paraíso Papakal, el acceso tiene un costo de 25 pesos por persona; ahí puedes montar bicicleta, acampar y bañarte en el famoso cenote de los espejos, que recibe este nombre porque hasta hace algunos meses no contaba con iluminación, por lo que con la ayuda de 2 espejos hacen que la luz solar rebote dentro del cenote, sin duda algo muy original. El segundo parador turístico fue el de Yaxbacaltún, ubicado en el municipio de Homún, ingresar te cuesta 30 pesos, pero te aseguro que vale la pena, ya que a mi parecer es uno de los cenotes más bellos de la región, su agua color turquesa te dejará asombrado y no desaprovecharás la oportunidad de tirarte un buen clavado desde lo más alto; aquí además cuentan con un pequeño zoológico para que los pequeños puedan interactuar con los animales más característicos de nuestro Estado.

La Ruta de los cenotes puede hacerse cualquier día, pero te recomiendo que sea entre semana pues va menos gente y podrás disfrutar mejor esta aventura.