Dicen que los viajes se recuerdan siempre, y más cuando piensas que tu mejor aventura será la próxima; bueno, pues lo mismo me pasó luego de terminar un tour por varios estados del Bajío y darme cuenta de que en nuestro país tenemos decenas de atractivos que no le piden nada a destinos internacionales. Hace un par de semanas conocí el pueblo mágico de Mazamitla, ubicado en la zona boscosa de Jalisco, un pueblo donde se respira tranquilidad y del que, además, quedarás impactado por sus bellos paisajes. Mazamitla es un sitio pequeño y creo que eso hace a su gente amable y respetuosa con el turismo; es importante dejar en claro que este municipio es para muchos tapatíos una zona de descanso, ya que la actividad más fuerte de la zona es la renta de cabañas internadas en las zonas boscosas.

Al llegar, su plaza principal te dará la bienvenida y verás a mucho caballero con sombrero ancho, mujeres con chaleco de cuero y botas e incluso a vendedores de leche fresca arriba de grandes caballos. En su kiosco tienen instalado un par de bocinas que lo hacen retumbar y llenar al pueblo de música popular; su plaza principal está rodeada de restaurantes y pequeños puestos de artesanías, lo que lo hace aún más atractivo para los visitantes. Si decides hospedarte en alguna cabaña, lo mejor será que vayas bien abrigado, pues todo está hecho de madera y te aseguro que el frío te calará los huesos; para comer, compra en cualquier carnicería de Mazamitla los mejores cortes para que al caer la noche puedas disfrutar de una rica carne asada. Si te gusta la adrenalina y la aventura, a escasos kilómetros puedes disfrutar de diversos atractivos que te dejarán con ganas de regresar y compartir con tus amigos las bellezas naturales que tenemos en nuestro país.

Sin duda, me quedo con ganas de contarles más y así puedan conocer mejor nuestro México a través de mis Bitácoras de viaje.n

Mazamitla es un típico poblado de montaña inmerso en la sierra que enmarca el lago de Chapala. El centro del pueblo se caracteriza por sus calles empedradas y sus casas de techo de teja, muros blancos y puertas de madera. Su nombre es de origen prehispánico, significa en náhuatl “lugar donde se hacen flechas para cazar venados”.- N. del E.