Carta de un amigo para ti

Cuando estés triste y te sientas solo mírame, me encuentro en cada pequeña cosa que hay a tu alrededor.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Sonríe, porque no existe nada más fuerte que un te amo y más si ese amor se demuestra. Sonríe pues te entrego este amor cada día, cada noche y así hasta el final de tus días; porque estoy aquí para ti en cada instante, porque tu sonrisa es mi alegría y tus penas mi mayor preocupación.

Cuando estés triste y te sientas solo mírame, me encuentro en cada pequeña cosa que hay a tu alrededor, en los olores de primavera, en cada brisa veraniega, en los colores de otoño, en el frío del invierno, en la magia de la vida.

Y si estoy ahí es para ti, porque pese a todas las cosas tú eres la más preciada: la única que puede usar la razón, pero utilízala con el objetivo por la cual te la di, el amor.

Cuando escuches de guerras y penas no dudes que ahí estoy cobijando al afectado y convenciendo a quien oprime el gatillo a que lo suelte; me pone triste que no me escuchen, ¿pero qué más puedo hacer si fui quien decidió confiar en su raciocinio? Mis enseñanzas, mis mandamientos y mi amor ya los he dejado junto con el sacrificio de mi vida, una vida entregada al amor, entregada a ti.

¡Siénteme! ¡Búscame! Estoy vivo y aquí a tu lado, que tu falsa ceguera no te aparte de mí, no sé qué otra seña hacerte para que te acuerdes de mí, pero aún así jamás me voy a alejar.

Recuerda siempre, mi hijo, que si estás ahí es por algo y que escucho cada una de tus plegarias y tras meditarlas decido dos probables respuestas: sí y no porque tengo planeado algo mejor, así que, si las cosas no se dan, ten por seguro que ya te he escuchado.

Te amo, por siempre. Jesús.

Lo más leído

skeleton





skeleton