Como la mayoría sabemos, el jueves 26 de octubre pasado, tras 20 años, Emilio Azcárraga Jean hizo pública su salida de la aún televisora más grande del país a partir del 1 de enero de 2018, dejando al frente a dos copresidentes ejecutivos, aunque continuará liderando el desarrollo de las estrategias de largo plazo de Televisa, así como de la división de futbol y la fundación de la empresa.

Según un artículo publicado en proceso.com.mx, el consorcio había tenido un 2016 fatídico con caídas en sus utilidades netas de poco más de 66%, alrededor de 7 mil 700 millones perdidos en un año, además de una reducción de sus plantas de más de 2 mil trabajadores, así como indemnizaciones y gastos de abogados.

El mismo medio que menciono líneas arriba, califica de un fiasco el cambio que había realizado la televisora en 2016, al pasar de Canal 2 a Las Estrellas, así como el lanzamiento de su plataforma digital Blim, para atraer a las nuevas audiencias, cosa que no ha traído ningún beneficio a las finanzas de la empresa.

Como consecuencia, las acciones de Televisa también han sufrido bajas, aunque en parte también por su último reporte financiero que reveló una ligera caída en comparación con el tercer trimestre del 2016, según alegó la empresa por afectaciones de los sismos ocurridos en el país.

En una nota publicada por El Universal, diversos productores coincidían en sus reacciones al declarar que ante las circunstancias el objetivo de la empresa seguirá siendo el de generar contenidos novedosos, aunque reconocieron que se está haciendo un análisis del público que ha evolucionado.

De acuerdo con información del periódico estadunidense “The Wall Street Journal”, el retiro del ejecutivo se produce “cuando el mayor productor mundial de programas de televisión en español lucha contra los desafíos planteados por la era de internet” y para mí es de suponer que vienen de nuevo más cambios en la compañía.

Me parece curioso que hace un par de años la principal competidora de Televisa, es decir Tv Azteca, había pasado tribulaciones, obligándose a realizar cambios para afrontar la nueva época de los medios de comunicación en la era digital, y de lo que ahora parece estar saliendo avante.

Quizás otra cosa que de nuevo vuelven a olvidar las más grandes industrias de la televisión en el país es que ahora sus contenidos tienen que estar en las redes sociales y en línea, siempre, a toda hora, porque las redes sociales son el nuevo lugar en que habitamos.