Como la semana pasada les comenté, este mes estaré escribiendo algunos datos que, pese a que suelen ser tabú, generan muchas dudas y controversias. El cuerpo humano es la maquinaria más mágica y complicada que existe, en especial si hablamos de la mujer, un ser que de por sí es difícil de comprender:

Muchos hablan del órgano sexual femenino y son muchos más los que se jactan de supuestamente conocerlo; sin embargo, son éstos también los que más desinformación causan. El aparato sexual femenino se divide en dos: interno y externo, siendo este segundo denominado vulva y no vagina como muchos piensan.

La vulva se compone de dos labios mayores y dos menores que recubren zonas muy sensibles como el clítoris, órgano contráctil similar en estructura al pene y causante, por su gran cantidad de terminales nerviosas, del placer durante el acto sexual. Bajo éste se encuentran dos orificios, el primero es el uretral por donde pasa la orina y el otro es el vaginal, el cual abre camino a un tubo interno llamado vagina que conduce hacia el útero; por este canal se realiza el coito y es el mismo sitio por donde se produce el parto.

A los laterales de este orificio se encuentran otros dos más pequeños: las glándulas de Bartolino y Skene, las cuales generan el fluido que sirve como protección y lubricante. Por arriba de la vulva se encuentra como protector el vello púbico, el cual muchas mujeres, pensando que es más higiénico o sexy, se lo retiran, aunque hay estudios que demuestran que quienes realizan esta práctica son más propensas a adquirir enfermedades de transmisión sexual.

En fin, dejemos hasta aquí el show de esta semana para continuarlo la próxima; recuerda que estoy a tus órdenes ante cualquier duda o aclaración.