6 de enero: tres efemérides imborrables

Mérida: casi cinco centurias han pasado desde la fundación de Mérida.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El 6 de enero es imborable en mi memoria porque ese día, para los moradores de este rincón del Mayab, es una fecha en la que que convergen conmemoraciones: el 476 aniversario de esta Ciudad Blanca, y médicamente hablando, aprovechamos reconocer el espíritu de servicio que caracteriza a las enfermeras y los enfermeros, y finalmente, y no por ello menos importante, recordamos religiosamente a los Tres Reyes. ¿Qué les parece si dejamos pinceladas de esta tercia de ases?

Mérida: casi cinco centurias han pasado desde la fundación de Mérida. Esta ciudad con orgullo ha sido reconocida por su cultura, tradición culinaria y fructífera cuna de juristas y médicos, que con revolucionaria visión y ético actuar han dado elementos de valor en leyes y avances científicos. Pero incuestionablemente, lo más valioso que tiene este diamante del sureste es su gente. “¡Mérida quien te conozca no te olvidará jamás!”.

Nightingale: ¿Cómo pasar por alto al indivisible brazo derecho del médico? Las enfermeras y los enfermeros que concretan el conocimiento científico a través del cumplimiento de indicaciones del médico. Profesionistas que incomparablemente y con calor humano te dan la mano y escuchan, a pesar de su carga laboral. Quienes siempre te apoyan moralmente en la adversidad, y ríen satisfechos cuando por mejoría abandonas el hospital. Los que se detienen una y mil veces cada vez que los llamas, atienden y alivian tu cuerpo y en sumadas ocasiones te acarician el alma. Si alguien duda, baste ver las estadísticas y en credibilidad y confianza son comparables con la seguridad y valentía de los bomberos.

Destaco su titánica labor, pues, a pesar de los oídos sordos de nuestras autoridades nacionales de salud, por alcanzar los parámetros de OCDE, OMS y OPS cuando de suficiencia y calidad hablamos -3.9 contra 8.3 por mil habitants-, no claudican en su cotidiano actuar. Nuestro reconocimiento a su labor, allende raza, sexo, edad o ideología. Su inmaculado atuendo es sinónimo de trabajo eficiente y respeto a la dignidad del doliente. La británica F. Nightingale (1820-1910), considerada la madre de la enfermería moderna, nunca imaginó la trascendencia de su misión: “Conservar la energía vital del paciente”.

Para cerrar con broche de oro, recordaré el pasaje bíblico de los Reyes Magos, que gira en torno a la adoración al Niño Jesús (Mt 2:1-12), como símbolo del reconocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de la humanidad. Con el corazón en la mano concluyo deseándoles un excelente inicio de año con actitud positiva y sumando esfuerzos.

Lo más leído

skeleton





skeleton