Los jóvenes de ahora son una generación, por mucho, con mayores oportunidades educativas y herramientas laborales ¡impensables hace algunos años! Pero a pesar de que son la generación más preparada de la historia, el desempleo, la falta de experiencia, los accidentes y la migración son los problemas a que se enfrentan.

Este grupo poblacional triplica la tasa de desempleo. Se relaciona mejor con la tecnología que los adultos, sin embargo le siguen cerrando las puertas porque no tiene experiencia. Están más preparados, pero se les dificulta independizarse y permanecen hasta edades adultas con los padres. Son el sector de la población que nunca se enferma, no obstante se enfrentan a situaciones de alto riesgo como accidentes, adicciones, enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. Son los que inflan año tras año la tasa de migración.

La primera paradoja y la más evidente es que aun siendo la generación más preparada, tiene menor oportunidad de alcanzar a corto plazo un empleo productivo. En segundo término, su habilidad para dominar los aspectos tecno-informáticos les favorece, pero al mismo tiempo se vuelve amenaza dentro del entorno laboral, por lo que los conminan a madurar y prepararse todavía más si es que desean acceder a un puesto directivo, situación que es la segunda paradoja.

La tercera paradoja es la crisis de expectativas dentro de la cual concurren dos fenómenos particulares. Tres de cada diez jóvenes que desertan de la escuela lo hacen porque creen que ésta no les aportará elementos suficientes para desarrollarse en el mercado laboral. Por otra parte, tenemos a quienes deciden quedarse y concluir una licenciatura, pero al término de ésta, su posibilidad de lograr la independencia familiar es remota, toda vez que el escenario real se torna difícil por la falta de trabajo seguro y por ingresos magros.

La cuarta paradoja recae en los servicios de salud, pues son el sector poblacional que menos se enferma, pero que requiere más atención en prevención. Son la población que se enfrenta a más situaciones de alto riesgo como accidentes de tráfico, violencia, uso de drogas, tabaco y alcohol, trastornos alimenticios. La quinta paradoja recae en la migración.

En conclusión, éstos son los principales problemas de los jóvenes mexicanos. Es una generación que no se explica por qué no obtiene mejores oportunidades que sus padres. Una generación que lucha el doble por alcanzar sus objetivos, más allá del currículo.