Impecablemente perfecta

No existe nada más impecablemente perfecto que la leche materna.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Al salir de la oficina fui abordado por la Dra. Waty, entusiasta, joven pediatra que denota su deseo de servicio, comunicación y don de gentes. Me llevó del brazo al salón donde un grupo de profesionistas grababan mensajes relacionados con la lactancia materna para el programa mundial “Hospital amigo de la niña y del niño”. Ya te habrás imaginado, amable lector, que su intención era la de que les dirigiera algunas palabras, que quedarían en cortometraje histórico.

Quiero recordarles que del 1 al 7 de agosto, en más de 170 países, se realizarán actividades que buscan retomar la importancia de la alimentación a través del seno materno en los primeros seis meses de vida. Parece que fue ayer cuando lo que fueron carreras y angustias se convirtieron en pasajes emotivos y gratificantes en esta semana mundial. Embebido en mis recuerdos, me transporté y visualicé aquella postal que resaltaba la dinámica e incansable actitud de tres doctoras, cuyas ideas estimularon cada fibra nerviosa, retaron mi cerebro y músculos, aquel jueves 4 de agosto de 2016, logrando armar en sólo seis horas conocido programa de TV, Salud y Bienestar. El tema versó sobre esa fuente natural, sana, inagotable y dadora de vida, don exclusivo de la mujer.

Retomando nuestro pasaje inicial, en el hospital del IMSS más emblemático del sureste, la T-1, ya se notan preparativos para informar, concientizar y defender el derecho de los niños a recibir desde su nacimiento la cantidad suficiente de nutrimentos y defensas, que lo protegerán en el arranque de su vida. Recuerdo comentarios del científico Stephen Hawking, británico gravemente discapacitado, quien indicaba que el dinero le ha permitido alcanzar el éxito, a través de la ayuda a los demás, siendo éste un motivo para seguir vivo. Como persona discapacitada, deja entrever que lo más maravilloso es la salud y hay que protejerla desde sus inicios.

Por todo ello, siento que cada día soy más afortunado y no por lo que poseo, sino por lo que disfruto a través de la satisfacción de los demás. Si en realidad deseamos sobrevivir, deberemos compartir esa visión y realizar un esfuerzo cooperativo de lo que es mío y tuyo. En tus manos está evitar el triunfo de la mercadotecnia y escenarios prefabricados. No existe nada más impecablemente perfecto que la leche materna.

Lo más leído

skeleton





skeleton