Diana Puga, de la ciudad de Mérida, Yucatán, de los Estados Unidos Mexicanos, del Continente Americano, el Hemisferio Occidental, la Tierra, el Sistema Solar, el universo, la mente de Dios [1] y, en medio de todo eso, está mi pequeño espacio donde hago mis pequeños escritos con los que he venido a tratar de convencerte de que la gente buena todavía habita este país.

No es solamente una suposición, estoy segura de ello, lo sé porque esta última semana, al abrir las redes sociales, me he topado con infinitas fotos que muestran lo que de verdad significa ser mexicano, y no, no solamente es portar una camisa tricolor en cada mundial.

Ser mexicano es la neta, ser mexicano es cantar Cielito Lindo aunque a nuestro alrededor no haya razones para hacerlo, es levantar escombros aunque tu edad no llega ni a la década o aunque estés a punto de cumplir el siglo; ser mexicano es salvar vidas (sin importar si es humana o animal), pero también es levantar el puño para pedir silencio; ser mexicano es dar, dar aunque no tengas o te haga falta, es escribir mensajes que saquen una sonrisa a aquellos que más lo necesitan (¡qué bonitos se ven los mexicanos cuando sonríen!), es convertirte en brigadista por un día.

Pero también es repartir comida a aquellos que han ayudado por días y noches ininterrumpidas, o dar chocolate caliente a aquellos que se quedaron sin hogar, trabajar sin esperar algo a cambio; ser mexicano es tratar de hacer que el país esté un poco menos triste con unas cuantas canciones de mariachi.

Ser mexicano es saber que lo que pasó nos duele a todos, porque todos somos México, y también es estar orgulloso de ver que la gente buena aún abunda en estos lugares.

Y es que México es mejor así, es mejor cuando en sus calles se siente esa calidez que nos identifica y cuando la gente trata de hacer un poquito mejor el día, es mejor cuando nos reímos a todo pulmón, es mejor cuando estamos orgullosos del lugar donde nacimos, porque ante nuestros ojos (y quizá ante los de muchos más) es el más bonito del mundo.

Ojalá siempre fuéramos el México que se vio estos últimos días y entendiéramos que no hay que esperar otros años para unirnos, ojalá nunca faltara el infinito amor que se sintió en el aire (seguro que tú también lo sentiste), ojalá siempre fuera así, porque México es mejor cuando todos somos uno.

 Referencia a Our Town de Thorton Wilder