La tragedia silenciosa

La verdad es que cuando uno comienza una familia generalmente es muy joven y con poca experiencia en educación infantil.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

La verdad es que cuando uno comienza una familia generalmente es muy joven y con poca experiencia en educación infantil. Y de pronto la vida de un ser al que amas con todo tu corazón está en tus manos y es tu responsabilidad educarlo, enseñarle, ayudarlo a formarse. El ingrediente más importante está asegurado, este es el amor incondicional. Aun cuando tomemos decisiones equivocadas, éstas siempre están basadas en el gran amor que sentimos.

En el mundo de hoy y al ver a los niños que están siendo formados, vemos que se gesta una tragedia silenciosa, porque los padres les estamos dejando mucho de la labor de entretenimiento y educación a los teléfonos inteligentes y tablets. Estos son aparatos prodigiosos con miles de facultades, pero de ninguna forma suplen el amor, el tiempo, el ejemplo, el cariño y la guía que debemos ser los padres. Son un apoyo en la educación y en la vida, pero no debemos dejar de lado la parte emocional y afectiva de nuestros pequeños que se forma en sus primeros años de vida y que es pilar del resto de su vida.

Vemos las cifras que marcan nuestros avances en cuanto a jóvenes y educación y hay un alarmante incremento en la enfermedad mental infantil. Hoy la mayoría de los niños en edad escolar toma algún medicamento para aumentar su capacidad de atención y para disminuir su tolerancia a la frustración o para bajar sus niveles de depresión. Esto nos hace preguntarnos qué estamos haciendo mal como sociedad, porque no son casos aislados sino un alarmante incremento que más bien se puede comparar con una epidemia.

Un psiquiatra, el Dr. Luis Rojas Marcos, nos da varios consejos que parecen dictados por nuestro sentido común pero que tienen bases psicológicas. Este doctor nos señala los errores en que hemos incurrido como padres sin darnos cuenta, somos padres y personas distraídas digitalmente, la mayor parte de nuestra atención está en nuestros teléfonos inteligentes y en las redes sociales, esto nos hace padres indulgentes, ya que por no pelear con nuestros hijos nos hemos convertido en permisivos.

Nuestros hijos y nosotros tenemos lapsos de sueño inadecuados debido a que consultamos nuestras pantallas durante la noche y permanecemos atentos todo el tiempo a nuestras notificaciones. Los sistemas digitales nos han acostumbrados a sorpresas constantes, necesitamos gratificación instantánea y no sabemos enfrentar el ocio o el aburrimiento. La palabra aburrimiento ha tenido mala mercadotecnia, hoy todos huyen de ella, nadie quiere aburrirse, queremos estar en constante estimulación y así viven nuestros hijos. Salen del colegio para ir a diferentes clases y el tiempo entre ellas está lleno de sorpresas digitales. Se nos olvida que el tiempo de ocio es el momento en que la imaginación despierta, cuando aumenta nuestra creatividad.

Pero bueno, esto es enumerar los problemas a los que hoy nos enfrentamos, en este artículo no solo nos mencionan los problemas sino que también nos da guías sobre cómo comenzar a solucionar este conflicto que vivimos y que va creciendo con cada generación. Las recomendaciones en la educación infantil son las siguientes:

Establezca límites posibles y claros. Usted es el capitán del barco y nuestros hijos se sentirán más seguros si nos ven en ese papel. Pero los límites deben ser lógicos, claros y deben ser posibles. No queramos de un día a otro implantar cientos de límites que no hemos dado en años. Comencemos con los más importantes, con los que más nos afectan, como el tiempo que pasamos viendo nuestras pantallas inteligentes.

Pero recordemos que el verdadero límite se enseña con el ejemplo y que los cambios no solo serán para nuestros hijos sino también para nosotros. Tengamos un estilo de vida saludable ofreciéndoles a nuestros hijos y a nosotros mismos no solo lo que queremos sino lo que realmente necesitamos, teniendo una alimentación más sana y procurando hacer ejercicio y pasar tiempo al aire libre.

Disfrutar el tiempo en familia, gocemos al menos de una comida al día juntos y sin tecnología, jugando juegos de mesa los fines de semana, que nos dan muchas enseñanzas como saber perder, saber ganar, saber jugar en equipo. Aproveche este tiempo de juego para no protegerlos de toda frustración o de la equivocación, enseñe a sus hijos que la equivocación nos enseña resiliencia y nos da tolerancia a la frustración.

Proporcione en su vida y en la de sus hijos oportunidades de aburrimiento, no tenemos que estar entretenidos todo el tiempo, la ociosidad nos ayuda a aumentar la creatividad y la imaginación. Esté siempre emocionalmente disponible, hable de lo que siente, abrace, bese, exprese cuando esté desilusionado o triste, hable de sus alegrías, sonría, jueguen y pasen tiempo juntos. Todavía podemos revertir la tendencia de las estadísticas trágicas que hoy vemos y que no es lo que queremos enseñarle y dejarle a nuestros hijos.

Lo más leído

skeleton





skeleton