Una piedra en el camino

Una de las cosas que más nos aleja de la felicidad es la sensación que tenemos de que podemos controlar las cosas que nos suceden.

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Una de las cosas que más nos aleja de la felicidad es la sensación que tenemos de que podemos controlar las cosas que nos suceden. La verdad es que las experiencias que nos van tocando vivir no son opcionales, simplemente suceden, lo único que podemos modificar es nuestra respuesta ante diferentes eventos, y eso es lo que hace la diferencia entre una persona feliz y otra que no lo es.

La naturaleza de la piedra es sólo una, la actitud del que se la encuentra es la que define el futuro. Una persona se encuentra una piedra y tropieza con ella, otro la utiliza para construir, otro se entretendría lanzándola al agua, y Miguel Ángel sacaría una hermosa escultura de ella. Lo que marca la diferencia no es la piedra sino lo que cada quien decidió hacer con ella.

A veces, en la vida , nos toca vivir experiencias muy difíciles como una muerte, una discapacidad, la pérdida del empleo. Ante todas las vivencias que experimentas, tú no tienes ningún control, pero sobre tu reacción sí. Tú decides cómo vivir ese momento, puedes analizarlo y aprender de él o puedes tropezarte una y otra vez con la misma piedra pensando que la vida es injusta.

Decía Steve Jobs, gerente y fundador de Apple y Pixar, que si uno trata de unir las experiencias de su vida hacia el futuro es muy difícil unir los puntos, porque no puedes entender que esta experiencia tan dolorosa que te tocó vivir pueda servir en el futuro para que tú seas una mejor persona. Pero cuando tratas de unir los puntos hacia el pasado, entonces es muy fácil entender cómo las experiencias que has vivido te han ido guiando hacia la persona en la que hoy te has convertido. Nada fue en balde, cada punto, cada experiencia era un paso para formar a la persona que hoy eres.

Por eso, aunque a veces parece que la vida se ensaña contigo, que no hay salida, que todo está muy negro, tú sigue avanzando porque algún día gozarás del ser humano que estás forjando con cada paso; no te dejes vencer, sigue adelante y haz de esa experiencia dolorosa una lección que te convierta en una mejor persona, aunque aparentemente hoy no tenga sentido.

Cambia tu actitud ante la vida y comienza a ver las posibilidades de cada experiencia, de cada persona que se atraviese en tu camino ve qué puedes aprender de ella, no te enfoques en el dolor, en lo negativo en tus expectativas frustradas o en las pocas cosas que puedes controlar. Comienza a buscar qué puedes agradecer de lo que hoy te sucedió, comenzando porque estás vivo, porque respiras, por tu entorno, por tus decisiones, agradece el calor del Sol, la frescura del viento, los amigos, la familia.

No hay una fecha específica en la que sea mejor cambiar tu actitud, pero cada día que decides postergarlo es un día más en el que no encontrarás la serenidad y la alegría. Éstas están esperando a que tú las elijas, a que decidir vivir acompañada de ellas. Tus amigos están ahí a tu lado esperando que los reconozcas y los aceptes como son, sin generar expectativas o reglas incumplibles. La felicidad no comenzará cuando te jubiles o cuando se alineen los planetas, la felicidad la encontrarás cuando decidas vivirla, cuando la adoptes como actitud ante la vida y vivas cada día en el presente, con aceptación, amor y compasión.

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