"Grito desesperado"

Últimamente he llegado a pensar que ya es más tarde que temprano.

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La Naturaleza nos dice a gritos que nuestros hábitos de vida no son los adecuados, que le urge un cambio, pero nosotros somos ciegos y sordos a todas estas señales que por años nos han venido diciendo que si no tomamos en cuenta la recuperación de nuestros recursos y simplemente los consumimos, tarde o temprano vamos a acabar con la naturaleza que nos rodea.

Últimamente he llegado a pensar que ya es más tarde que temprano.

Huracanes, temblores, la extinción de las especies y de nuestros bosques es irreversible. Pero el ser humano no se detiene, lo importante es tener abrigos de pieles, tener maderas preciosas, usar aerosoles porque son más cómodos, ir en coche a la tienda porque hace calor, aunque esté a solo unas cuantas cuadras de la casa. La gente reniega de esta nueva idea de separar la basura, ya que implica un gran esfuerzo y es una desconsideración que no se la lleven si no está separada, y no nos damos cuenta que la separación de la basura significaría un gran cambio para el desarrollo de la naturaleza, ya que no sería necesario tener lugares dónde depositar las toneladas de basura que se producen día a día y esperar a que se biodegraden, la solución está en si de inicio no convertimos en basura cosas que pueden reutilizarse o reciclarse. La mayor parte de los deshechos son reutilizables si los separamos a tiempo y no los dañamos. Pero en vez de pensar en los beneficios que esto reportaría para nuestro futuro y la naturaleza preferimos quejarnos del gran esfuerzo que eso representa. Como consumidores inteligentes debemos empezar a exigir no sólo empaques reciclables sino que no existan empaques inútiles que sólo tienen por objetivo hacer más deseable el artículo y se convierten en basura en cuanto los abrimos. El productor de hoy escucha al consumidor porque sabe que ya no sólo buscaremos precio y calidad sino también porcentaje de reciclaje o de no contaminación, de cuidado al medio ambiente y de empresas que tengan políticas ecológicas en todos sus procesos.

Sé que al principio no es fácil, hay que luchar contra años de malos hábitos, pero si lo logramos, si conseguimos que toneladas de plásticos no se conviertan en deshechos sino que vayan a parar a una fábrica que producirá nuevos productos plásticos, que miles de papeles se puedan reciclar y producir nuevo papel, habremos salvado a muchísimos árboles que a su vez se dedican a producir oxígeno para nosotros. Los restos de comida procesados de la manera adecuada y bien separados nos permiten producir composta que sirve para que los árboles y las plantas crezcan más rápido y más saludables.

Ampliemos la visión de nuestro horizonte, no sólo veamos los próximos días o tal vez los próximos años. Coexistimos en este planeta con los animales, las plantas, el agua, el oxigeno y miles de elementos que permiten que la vida en nuestro planeta sea posible. Todos y cada uno de los elementos que nos rodean son necesarios y necesitamos aprender a compartir nuestro espacio. En la antigüedad las tribus indias sentían que todo ser vivo que los rodeaba eran su familia y así trataban con respeto a la madre Tierra y al hermano lobo, tanto como al hermano sauce; tal vez deberíamos de voltear nuestra mirada al pasado y aprender un poco de ellos, entender la simple relación que tenemos con todo nuestro entorno, que no esta ahí para complacernos , todo coexiste con el ser humano, y si no comenzamos a cuidar nuestro entorno hoy, puede ser que mañana ya sea demasiado tarde. Piensa antes de comprar, sé un consumidor inteligente y luego ya en tu casa recicla, reutiliza, prepara composta, cuida la naturaleza y revirtamos esta tendencia suicida de sólo ver para nosotros mismos y de continuar en este circulo de consumismo y desperdicio en el que vivimos.

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