|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El PRI en Yucatán y su posible reconfiguración tienen que pasar por otros usos y otras costumbres si es que le interesa ser otra vez una opción seria, y es que los tricolores de base, los operadores, van a empezar a vivir y sentir lo que es estar fuera del gobierno y del presupuesto, o sea van a palpar lo que vive la mayoría, no hay que olvidar que el 42% está en pobreza, según datos del Coneval.

Los priistas en la administración que encabezó Rolando Zapata tuvieron grandes aciertos, pero también grandes omisiones que hoy están saliendo a la luz pública, como son supuestos actos de corrupción en educación y salud.

A pesar de que recibieron más dinero adicional para invertir en infraestructura, entre lo presupuestado y lo ejercido existe mucha diferencia, ya que Yucatán está entre los estados que gastaron menos de lo aprobado en estos ramos (77%) y se sitúa entre las trece entidades que retrocedieron según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

El crecimiento del gasto administrativo ejercido por Yucatán fue de 8% y esto lo están empezando a documentar varios funcionarios. La mayor parte del gasto en personal fue para el pago a los de confianza, que fueron utilizados no para realizar trabajos en pro del Estado, sino en labores a favor del PRI.

Actualmente las figuras del PRI tienen dos opciones: solapar lo mal que se hizo defendiendo lo indefendible, u observar, analizar las causas de su derrota, que incluyen los grandes actos de corrupción que se realizaron en el sexenio del que fue considerado el mejor gobernador del país, Zapata Bello.

Las denuncias de actos de corrupción están saliendo como hongos por todos lados; todo indica que los desvíos de dinero serían para proyectos políticos costosos, malos y que a la larga fracasaron porque nunca quisieron observar las conductas irregulares de algunos de sus funcionarios, y a la crítica no la vieron como una manera de corregir el rumbo.

Actualmente la cara más visible del PRI está en el Congreso del Estado, Felipe Cervera, el que, por cierto, ya tiene diferencias con la secretaria general de Gobierno, María Fritz.

A Felipe Cervera, que ha vivido en carne propia derrotas y triunfos, le conviene ser más un político con actitudes de estadista, ya que aun dentro de su bancada hay quienes no están dispuestos a defender lo indefendible, es decir los actos de algunos funcionarios que se fueron y se llevaron casi todo.

Yucatán no puede ser rehén de ningún grupo político, la sociedad está observando y la credibilidad se construye no sólo con el discurso sino con actos de justicia.

Lo más leído

skeleton





skeleton