"Escuela entierra el janal pixán"

Aun cuando la escuela debe preservar la tradición de ofrendar alimentos a los difuntos, ésta se ha vuelto la promotora de nuevos festejos anglosajones con brujas y calabazas.

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Es triste ver cómo la misma escuela altera y cambia nuestras tradiciones de origen prehispánico, como el culto a los muertos, costumbre que aquí en Yucatán se comienza a celebrar el 31 de octubre, con la llegada de las ánimas de los niños, y se extiende durante todo el mes de noviembre según la costumbre de cada comunidad. Aun cuando la escuela debe preservar la tradición de ofrendar alimentos a los difuntos (janal pixán), ésta se ha vuelto la promotora de nuevos festejos anglosajones con brujas y calabazas, además de los conocidos bailes de halloween que año tras año ganan terreno entre los alumnos influenciados igualmente por las campañas publicitarias de las grandes cadenas comerciales.

Para preservar estas creencias y tradiciones populares, la autoridad educativa, desde hace años, había autorizado la suspensión de clases el 1 de noviembre para que los alumnos participaran en la tradición familiar de comer el mucbilpollo, pese a que en el calendario de las escuelas sólo se marca el día 2 para tal fin; sin embargo y de manera inexplicable, esa concesión fue retirada en los últimos años. Hoy sólo se autorizan unas tres horas de la jornada para elaborar los altares con las ofrendas sin suspender las clases y en muchas escuelas son los mismos docentes quienes lo hacen sin la participación de los alumnos. De esta manera, el culto a los difuntos ha cedido terreno a nuevos personajes y estilos de fesejos por el día de muertos.

Atrás va quedando esa costumbre prehispánica que sobrevivió a la época colonial y representada hoy en una clara muestra de sincretismo o muestra religiosa. La llegada del cristianismo a la tierra del Mayab no pudo desaparecer sus costumbres religiosas, más bien aportó elementos nuevos a las antiguas tradiciones de ofrendar a las deidades mayas concebidas como seres dependientes del ser humano, que debía alimentarlos y rendirles tributo permanente. El maya siempre sintió respeto por todo lo concerniente a la muerte y en todas las celebraciones y ofrendas a sus difuntos sienten ansiedad y angustia al presentarlas (ka’a put siijil), la celebración de los muertos en nuestra cultura es historia y religión. El calendario maya cuenta con un sexto mes de nombre Xuul, que significa final, y es cuando los mayas creen que todos los muertos resucitan y sus almas retornan anualmente a la tierra para disfrutar de unos días entre sus familias. Preservemos nuestras tradiciones.

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