Historia de la pastorela mexicana

Su origen se remonta a la época medieval, etapa en la que se les conocía con el nombre de “Autos Sacramentales” que representaban diversos pasajes bíblicos como: Adán y Eva en el Paraíso.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Una de las tradiciones más arraigadas del mes de diciembre es la representación de las pastorelas, que muestran las aventuras a que se enfrentan los pastores en su travesía a Belén para adorar al niño Jesús, salvando las tentaciones que les pone Lucifer para impedir su cometido. Esta legendaria lucha entre el bien y el mal fue aprovechada inteligentemente por la Iglesia Católica para adoctrinar a los pueblos autóctonos en las primeras décadas de la colonización de la Nueva España y que posteriormente se naturalizó mexicana aprovechando la profunda religiosidad que mostraban los pueblos en sus ofrendas y adoración a sus divinidades.

Su origen se remonta a la época medieval, etapa en la que se les conocía con el nombre de “Autos Sacramentales” que representaban diversos pasajes bíblicos como: Adán y Eva en el Paraíso, la Anunciación del Señor o el Domingo de Ramos. En México el más conocido fue el Auto de los Reyes Magos, que fue escenificado en náhuatl con el sello del teatro evangelizador franciscano, el cual tuvo su auge en el siglo XVI. De igual forma, los jesuitas, llegados en 1572, ejercieron una gran influencia en la educación del pueblo y fueron unos de los mayores promotores de esta manifestación teatral y religiosa.

No existen datos precisos sobre cuál fue la primera pastorela que se haya representado en México. Para algunos investigadores fue en Zapotlán, Jalisco, que tiene como anécdota una batalla entre el arcángel San Miguel y Lucifer en lengua indígena. En la actualidad, las pastorelas cambiaron su forma de contar las historias, sin perder su esencia. Ya con identidad mexicana, la pastorela teatral fue impulsada por José Joaquín Fernández de Lizardi, quien escribió en el siglo XIX “La noche más venturosa”, primera pastorela representada en un escenario con actores profesionales y un lenguaje culto. Desde entonces, este género se representa en época navideña y, a pesar de que ha sufrido indudables transformaciones, aún conserva como tema central el nacimiento y la adoración del niño Dios.

Como toda tradición, la trama de muchas pastorelas ha ido pasando de generación en generación a través de la tradición oral, por lo que este género se ha afianzado en el gusto del pueblo, a la vez que se ha convertido en un buen pretexto para poner en juego creatividad e ingenio, y reflejar la realidad social por medio de una tradición cultural como la Navidad. Feliz Navidad a todos.

Lo más leído

skeleton





skeleton