Después de cuestionar y señalar los puntos negativos, además de la incongruente implementación parcial del nuevo modelo educativo en el presente curso, los docentes yucatecos tendrán mañana la oportunidad de presentar en foro, sus observaciones y propuestas a fin de construir conjuntamente con otros especialistas en la materia el nuevo proyecto educativo para el país. El punto crítico de la reforma educativa de Peña Nieto es, por supuesto, el riesgo que corre el maestro de perder su plaza al quedar calificado como insuficiente en una evaluación a todas luces injusta, sin el acompañamiento y asesoría que se había prometido para estos casos.
Otro señalamiento fuerte es la promoción en la función, donde un maestro que ostenta alguna letra del programa de Carrera Magisterial, al adquirir una nueva categoría, este estímulo le es separado de su sueldo base y pasa a formar parte de una prestación más, afectándolo en el pago de futuros incrementos salariales, el total de su aguinaldo y otros conceptos y gratificaciones ligadas al sueldo base, además de bajarle el monto de su pensión al retirarse. Se enturbió la asignación de plazas vacantes ofrecidas a través de los concursos de oposición. Igualmente se cuestiona el pago del estímulo K1 para aquellos maestros que presentaron el examen de permanencia y salieron con resultados de Bueno y Destacado, lo que los hace acreedores de un incremento del 35 por ciento de sueldo; a pesar de estar estipulado en la convocatoria, este dinero no se quiere pagar.

Se han creado muchas expectativas ante este Foro Estatal en Materia Educativa, convocado por la UADY y la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) y que contempla cuatro espacios para las participaciones: educación básica, educación media superior, educación superior y agenda educativa; después del foro habrá que ver hasta qué punto esos cambios que se proponen responden a las necesidades de los alumnos y de las comunidades escolares, o aún más, en qué medida los cambios son resultado de la construcción de consensos con directivos, docentes y padres de familia. Las respuestas a estas interrogantes determinarán si es necesario eliminar por completo el actual modelo impuesto o bien abrir las puertas para la integración de propuestas diferentes. No perdamos de vista lo sucedido la semana pasada, cuando la Ceteg reventó el foro de Acapulco.