Reforma educativa: ¿se va o se queda?

Llevan tres años evaluando a los maestros y éstos siguen preocupados en entender qué esperan de ellos y del trabajo que realizan.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Poco a poco, el magisterio nacional pone más atención al discurso del precandidato presidencial de la coalición “Juntos haremos historia” -Morena, PT y Encuentro Social-, quien sistemáticamente promete echar para atrás la Reforma Educativa, con tal de recabar la intención del voto de los maestros. Inteligentemente pone el dedo sobre la llaga y atiza el rechazo magisterial hacia la actual reforma calificándola como una “farsa”, ya que no ha mejorado la calidad de la enseñanza y sólo limitó los derechos laborales del magisterio nacional y, la verdad, no tiene que hacer un gran esfuerzo para lograrlo, ya que el nuevo modelo educativo no tiene la capacidad de sintetizar lo que la educación del país necesita y lo que los docentes pudieran y deberían hacer en el aula.

Llevan tres años evaluando a los maestros y éstos siguen preocupados en entender qué esperan de ellos y del trabajo que realizan; de manera impositiva las reglas cambian y se cancelan derechos laborales. Al final, la evaluación del desempeño docente se convirtió en una estrategia de control y de distracción, para que los docentes no adviertan la pulverización de su gremio y su papel ante la sociedad, de ahí que el líder de Morena les ofrezca un proyecto integrando a la CNTE y al SNTE para construir juntos “una auténtica reforma educativa”.

Sin embargo, una pieza no encaja en este rompecabezas y se llama Esteban Moctezuma, a quien el precandidato perfiló como secretario de Educación Pública de su gobierno, pues de propia voz cantó que “someterá la reforma a consulta de maestros, padres de familia y alumnos, a fin de modificar sus aspectos negativos y darle continuidad a sus elementos positivos” y “la intención es que todo lo bueno permanezca y lo malo obviamente se revise, como en toda reforma”; sí, leyeron bien, parece que el presidente de la Fundación Azteca no anda sintonizado con su “jefe”, mientras el dueño del circo la quiere cortar de raíz, él se niega a derogar la reforma exclamando: “Es muy claro lo que dije: lo bueno se queda, lo malo se mueve, y eso lo deciden maestros, alumnos y padres de familia. Hay que ser abiertos a que también en las cosas buenas haya continuidad”. Los maestros deberán estar más atentos a estos inadvertidos detalles que prometen de todo, menos una verdadera mejora de la educación y la calidad de vida del magisterio.

Lo más leído

skeleton





skeleton