Rezago escolar: una bola de nieve (I)

El utópico Modelo Educativo de 2017 deja muchas dudas sobre cómo atender el rezago escolar.

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Van ya varios años desde que el consejo técnico escolar declaró la guerra total al rezago escolar y las estrategias diseñadas por los docentes de manera aislada (considerando la totalidad de escuelas de una zona escolar o nivel educativo) no reflejan una mejoría sensible en el aprendizaje de sus alumnos. Por el contrario, se ve un problema acumulado; es decir, se van acumulando, año tras año, deficiencias en enseñanza y aprendizaje durante toda la educación básica, impactando directamente a la educación superior.

Fuera de lugar quedaron las críticas de Aurelio Nuño, secretario de Educación Pública, al fustigar el modelo educativo de las dos últimas administraciones federales, cuando en este sexenio no se diseñaron nuevos programas ni planes de estudio; seguimos con la misma metodología para enseñar en el aula, usando los mismos textos. Así vamos a terminar haciendo lo mismo. El utópico Modelo Educativo de 2017 deja muchas dudas sobre su propuesta para atender el rezago escolar existente, pues el dinero no lo resuelve todo. Analicemos algunos puntos para entender el problema.

El rezago escolar se refiere a los estudiantes que no están aprendiendo lo que deberían según su edad y grado escolar. Las evaluaciones externas muestran un alto porcentaje de alumnos con nivel insuficiente y bajo de aprovechamiento en cada grado escolar y en cada materia.

El rezago es como una bola de nieve, cada año es mayor y los maestros no buscan cómo detenerlo; los maestros de bachillerato se preguntan por qué dejaron de aprender en los tres grados de secundaria; los de secundaria se plantean la misma cuestión: por qué no aprendieron en los seis años de primaria. Y los de éstos últimos dirán que los tuvieron que pasar de manera casi automática por el acuerdo 696 mediante el cual se establecen normas generales para la evaluación, acreditación, promoción y certificación en la educación básica.

Contrariamente a lo que pueda pensarse, el rezago escolar no lo resuelve un maestro de manera individual y mucho menos una acción tomada al vapor en una sesión del consejo técnico escolar; se necesita mucha voluntad y comunicación entre los docentes para corregir fallas y prevenir que se siga acumulando el rezago en los siguientes ciclos escolares. Esto debe aplicarse a cada grupo y en cada grado escolar de los diferentes niveles educativos (Continuará).M

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