¿Qué pasó en el Setey?

Sólo existe una forma de llamar lo que ocurrió en el seno del organismo: traición a los maestros.

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Malestar e indignación causó entre sus agremiados la descarada imposición de José Luis Flota Pech como heredero de la secretaría general del Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación de Yucatán (Setey). Muy fresca está en la memoria de los maestros cuando, en la mañana del 15 de marzo de 2008, Silvia Luna Rodríguez, enviada de la dirigencia nacional del SNTE, canceló los trabajos del XXV congreso estatal extraordinario de la sección 57, impidiendo con ello que los maestros estatales eligieran LIBREMENTE a sus dirigentes sindicales, lo que propició la creación de dos nuevos sindicatos estatales de maestros.

Uno de ellos, el Sindicato Estatal de Trabajadores de la Educación de Yucatán, recogió los legítimos reclamos sobre los malos manejos y la arbitrariedad de un grupo de líderes que sólo obedecían a intereses personales, tomando decisiones sin consensuar e imponiendo a dirigentes sindicales, atentando con ello contra los principios de igualdad y democracia del gremio, ofreciendo a su vez una nueva convivencia tolerante e incluyente y libertad para elegir a sus dirigentes. Fue así como, en julio de 2008, se instauró un congreso y por medio del sufragio “libre” quedó electo Rigoberto Cervantes Romero como secretario general de esta nueva organización sindical.

El desencanto les llegó muy pronto, los atropellos contra los derechos de sus agremiados y del magisterio en general se volvieron el pan de cada día. En víspera de su remoción, Rigoberto Cervantes cambió los estatutos preparando con ello su reelección por cuatro años más al frente del Setey. Simplemente aplicó lo que había aprendido como dirigente en el SNTE, ya que, como concejal, asistió el 7 de julio de 2007 al XXIII Consejo Político Nacional Extraordinario, realizado en Rosarito, Baja California, donde votó por ampliar de manera “indefinida” el mandato de Elba Esther Gordillo como presidenta “vitalicia” del SNTE y otorgarle “amplios poderes” para la creación de un consejo consultivo que podría asumir las funciones del Comité Ejecutivo Nacional.

Hoy repitieron la historia de su maestra, ignoraron a su base e impusieron al sucesor. Una reunión previa realizada en el local del sindicato de burócratas sirvió para cortar de tajo las aspiraciones de Carlos Angulo y Mercy Trejo. Los reclamos y denuncias en las redes no se hicieron esperar, como tampoco los costos políticos por la traición a sus maestros.

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