|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Cuando llegas a cualquier lugar para recibir un servicio, ¿qué es lo primero que buscas?, ¿algún diploma, reconocimiento o certificación que acredite a la persona o local, o documento que brinde tranquilidad por haber acudido al lugar correcto?

Pues bien, cuando de salud hablamos, al día de hoy, en México, de todos los médicos graduados y con cédula, más del 60% son generales, responsables de atender el 80% de los problemas de salud. El otro 40% corresponde a especialistas.

La capacitación de los médicos responde a la necesidad de dominar determinado número de enfermedades. Tenemos que ser expertos y conocer cada detalle en cada zona del cuerpo.

Para lograr el reconocimiento no solo de una facultad o institución, al terminar la formación, presentamos examen ante el consejo de la especialidad.

¿Pero qué son los consejos mexicanos de certificación de especialistas? Son cuerpos colegiados formados por prestigiados y probos representantes de la comunidad y profesionales de la misma disciplina, elegidos por sus pares para establecer los procesos de certificación y recertificación periódica de sus compañeros con base en requisitos de preparación y adiestramiento en cada campo de la práctica médica y demostración de competencias.

La razón de existir de los consejos es garantizar la docta habilidad del médico. Con ello garantizamos a los enfermos la certeza de que están en manos de alguien con todo el conocimiento de un área y reconocimiento de quienes estudiaron la misma especialidad.

Estos consejos son asociaciones civiles, cuyas funciones no se sobreponen con la correspondiente a las sociedades, colegios o academias, ni con las instituciones de educación superior u organismos gubernamentales, cuyo marco normativo les atribuye funciones específicas para realizar actividades de formación, educación continua, desarrollo o registro y autorización de su práctica.

O sea cada ente no se sobrepone, más bien son complementarios e interrelacionados.
Pues bien, amable lector, estoy seguro de que más de algún galeno conocido, amigo o familiar le ha hecho referencia sobre el particular, enfatizando la obligatoriedad de mantenerse capacitados y avalados a través de la certificación -o como muchos de nosotros-, la recertificación (cada 5 años), con el afán de que sepas que la vida de cada doliente se encuentra en manos de un verdadero experto.

Mucho enaltecería que de la misma forma se aplique a todos los profesionistas, por el bien del colectivo.

Lo más leído

skeleton





skeleton