Hemos llegado ya a mediados del mes de febrero y con ello al comienzo de una etapa conocida como de la sequía. Después de haber pasado un mes de enero inusualmente frío, entramos a este mes de febrero con temperaturas desusadamente cálidas.

En el mismo tenor de temperaturas elevadas van a transcurrir los días en lo que resta de este mes; al menos así lo indican los modelos a largo plazo. Esto es debido a sistemas anticiclónicos que dominan en la región y que bloquean la llegada de los frentes fríos a nuestra zona, pero no impiden que arriben los aires cargados de humedad provenientes sobre todo del Mar Caribe y que empiezan a provocar también un fenómeno llamado surada, que es aire de dirección sureste bastante cálido y que sopla con cierta fuerza.

Todo esto es el aviso de que ya vamos a entrar a la época de la sequía que, lamento decirles, los pronósticos señalan que será igual o peor que la del año pasado, cuando predominaron los días con poca humedad, o sea muy secos, y con baja precipitación pluvial.

Estas complicaciones son causadas, primordialmente, por el evento meteorológico llamado de LA NIÑA; aunque para estas fechas este fenómeno tiene débil manifestación, todavía está presente en la zona.

La llegada de anticiclones hace que no logren arribar los frentes fríos o si llegan algunos de ellos lo hacen en forma débil, aunque no se descarta que uno o varios pudieran alcanzar cierta fuerza en la zona si se debilitan en determinado momento los anticiclones, porque los frentes fríos finalizan hasta principios o mediados de mayo.

Hay que señalar que con la llegada de la sequía comenzará la temporada de incendios que todo pinta que será intensa y comenzará desde la segunda quincena de febrero y durará hasta mayo, cuando se supone que deben iniciarse las lluvias.

También se abre la época de quemas que, según el calendario oficial, empezará en la segunda quincena de febrero, se extenderá durante el mes de marzo -en abril están prohibidas- y concluirá en el mes de mayo.