Pues resulta que en días pasados la Administración Nacional de la Atmósfera y el Océano (NOAA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos dijo que una manifestación débil de “La Niña” se había formado en este mes de noviembre y duraría toda la temporada de invierno 2017-2018, al igual que sucedió en el invierno pasado (2016-2017), pero con la diferencia de que esta última duró hasta febrero; en cambio, la nueva formación se mantendrá vigente más tiempo, prácticamente todo el invierno.

Con motivo de la aparición de este fenómeno, esperamos que el invierno que ya se avecina no sea tan frío como se supone que deben de ser los periodos invernales. ¿Y qué significa esto? Pues que mientras no seamos afectados por días de frentes fríos, prácticamente los demás serán jornadas calurosas. No estamos hablado, sin embargo, de días con calor extremo y temperaturas máximas de 38°C a 40°C, pero sí de días por encima del promedio normal de una temperatura que debería de haber para una temporada de invierno y que para nuestra zona debe oscilar entre los 27°C y 29°C de máxima, sea que no haya afectación de algún frente frío o que sí nos llegue un fenómeno de esta naturaleza (lo normal debería de ser de entre 22°C y 25°C o menos de temperatura máxima en invierno).

¿Qué ocurrirá? Simplemente que tendremos temperaturas de entre 30°C y 33°C e incluso a 34°C a 35°C de máximas durante el día, si no llega a la región peninsular alguna masa de aire frío.

Será entonces un invierno con sabor a verano y además seco, con pocas posibilidades de lluvias y eso incluye a los frentes fríos que nos afectarán que serán fenómenos prácticamente sin lluvia o con poca posibilidad de precipitación.

El fenómeno de “La Niña”, que es el enfriamiento de las aguas del Océano Pacífico -contrario al fenómeno de “El Niño”, que es el calentamiento de las aguas del Pacífico- provocará este anormal invierno, que ya se está haciendo costumbre en la Península de Yucatán, donde pareciera que sólo ocurren dos estaciones: una con lluvias y huracanes y otra sin lluvias ni huracanes.

¿Será esto parte del calentamiento global? Sólo el tiempo lo dirá. Están avisados.