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Los mitos de origen revelan la concepción que cada pueblo tiene sobre el inicio de su existencia. Ludmila Holkova publicó un relato que enuncia cómo fue concebida la naturaleza sobre la Tierra entre los lacandones del estado de Chiapas.

Previamente a la aparición de los dioses sobre la Tierra, sólo existían las flores, eran de color blanco y se llamaban Bak nikte. Su olor era exquisito y llegaba a todas partes. Pero no había nada sobre las aguas que yacían en el mundo de aquel tiempo. Sólo estaban las flores y de éstas nacieron los dioses.

Primero nació el dios Akyantho, de una de las flores mencionadas y sus pies fueron los primeros que tocaron el planeta. Poco después, y de la misma flor, nació Sukunkyum, el segundo dios. El tercer dios que salió de flor primigenia fue Hachakyum. Así nacieron los principales dioses. Tres hermanos destinados a gobernar el mundo.

Cuando nació Hachakyum, un espeso lodo cubría todo el horizonte, la superficie del mismo era puro pantano. Entonces, este dios tomó un poco del lodo y lo amasó. Después lo lanzó sobre las aguas oscuras y se hizo la tierra firme. Luego creó las semillas de las más diversas plantas y las esparció sobre los territorios recién creados.

Recorrió todos los rincones de la Tierra y donde encontraba lodo, con sus divinos poderes, lo convertía en más tierra estable. Sobre ella seguía sembrando las simientes de lo que hoy es la vegetación del mundo. De este modo, Hachakyum consolidó la Tierra y sembró todas las plantas y árboles que conocemos hasta la fecha.

Un día su hermano mayor, Akyantho, preguntó a Hachakyum: ¿Hermano, ya está la tierra suficientemente firme para que la pueda recorrer como tú? Hachakyum le dijo que sí y Akyantho se puso en marcha. Caminó y caminó hasta alcanzar las regiones más lejanas del mundo.

Como le gustaron mucho, se quedó allí para siempre. Sukunkyum, el otro hermano de Hachakyum, bajó a las profundidades de la Tierra y se convirtió en el Señor del Inframundo, representado en la cultura de este pueblo por las cavernas y es el lugar mítico donde van a morar las almas de los humanos después de su muerte.

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