La de peso completo es la división reina del boxeo; ninguna otra genera la misma expectativa. Quienes pretendan competir en este peso deben ser capaces de asestar y aguantar golpes demoledores, pero además de lo anterior, deben tener otros atributos: inteligencia sobre el ring, velocidad, defensa, disciplina, coraje y una buena esquina.

En la política, tomando al boxeo como analogía, sucede algo similar. Algunos de quienes eligen dedicarse a esta actividad están destinados a no trascender de un nivel local, otros son un poco más grandes y llegan a tener influencia regional; pero muy pocos están llamados a ser protagonistas en la escena nacional. En este sentido, muchos podrán aspirar a ser alcaldes, diputados o senadores, pero pocos tienen los atributos para ser contendientes serios a puestos de relevancia nacional. En política a éstos se les conoce como los pesos completos.

Hoy el PAN de Yucatán tiene en sus filas a un potencial peso completo, Mauricio Vila, alcalde de Mérida; alguien con quien los militantes del blanquiazul estatal pueden soñar con brincar a la escena nacional. Pero en el PAN tienen un gran problema: su capacidad de sabotearse; como si el peor enemigo de un panista fuera otro panista.

Hagamos historia

Corría el año 2006 en Yucatán, la candidatura del PAN a la gubernatura se la disputaban Ana Rosa Payán y Xavier Abreu; al final ganó éste; Ana Rosa, negándose a aceptar los resultados, se separa del PAN y se lleva a gran parte de sus seguidores, fracturando al blanquiazul. Un PAN mermado no pudo ante los embates, bien organizados, de la candidata del PRI (Ivonne Ortega) que se alzó con la gubernatura.

En 2012, la candidata por el PAN a la Presidencia de la República era Josefina Vázquez Mota, quien, además de tener que luchar contra los candidatos de los otros partidos, también tuvo que hacerlo contra Vicente Fox (ex presidente de México emanado de filas panistas) y Manuel Espino (ex presidente nacional del PAN), quienes públicamente se adhirieron a la campaña del priista Enrique Peña Nieto. Abandonada por su partido, Josefina terminó en un lejano tercer lugar.

Así pues, el obstáculo más grande para Mauricio Vila será la capacidad (o mejor dicho, incapacidad) del PAN para cerrar filas detrás de una candidatura; la de él, si es que se avienta por la gubernatura.

Tienen un potencial peso completo, está en ellos no desperdiciar la oportunidad.