Sabía, por sus antecedentes en el Brexit, que Teresa May, de Inglaterra, no es una mandataria confiable, pero yo, sinceramente, había pensado que el francés Manuel Macron apuntaba para ser un dirigente europeo más sensato que ella y capaz, si no de arrebatarle, por lo menos de compartir el liderazgo de Angela Merkel; sin embargo los últimos acontecimientos, donde se manifiesta como un aliado de Trump para bombardear Siria me dejan muy claro cuál es su estatura.

Porque legitimar el juego del norteamericano no es lo más adecuado, sobre todo considerando que, como señaló Peña Nieto, su política internacional le sirve para descargar sus frustraciones en la política interna de EU.

Independientemente de que no me parece muy creíble que haya sido responsable el gobierno sirio del uso de armas químicas, cuando días antes había anunciado el propio Trump el retiro de sus tropas, está claro que la maniobra del magnate tiene como propósito recuperar el apoyo popular que ha perdido entre su base electoral.

Su irresponsabilidad nos sitúa en el umbral de una conflagración mundial, porque el que entra a la guerra quedará involucrado. Es como la mafia, puedes entrar voluntariamente, pero difícilmente podrás salir. Es la segunda ocasión donde, cuando está a punto de alcanzarse un acuerdo para la solución del problema sirio, se utiliza el expediente de las armas químicas.

No se les da.- Cuando se trata de mostrar músculo, a los del PAN no le salen las cosas, como sucedió con la visita, antes pospuesta, de Anaya a Yucatán, donde su acto “masivo” en Motul apenas logró aglutinar, con acarreo y todo, a menos de 5 mil personas. Lo peor es que sus actos son desangelados, faltos de convicción, lo que puede atribuirse al estado de ánimo del queretano que no pudo dar una respuesta sensata al cuestionamiento del representante de una organización civil que le solicitó que presentara pruebas documentales para deslindarse de las acusaciones de lavado de dinero. Renán Barrera en modo guarura lo sacó del brete.

Contraste.- Otro cantar se vio en Tizimín, el mismo día, donde el candidato al gobierno estatal, Mauricio Sahuí, contó con el doble de participantes que los del acto del candidato presidencial blanquiazul. El contagioso estado de ánimo de los del PRI da cuenta del fino trabajo de conciliación que se llevó al cabo en la selección de candidatos municipales y distritales, así como del arrastre del candidato, originario, por cierto, del oriente de nuestro Estado.

En el evento de Progreso, el sábado, Sahuí pudo constatar el ánimo de victoria de las organizaciones del PRI que no están dispuestas a permitir que las elecciones tengan un resultado incierto. Saben que la unidad y el trabajo les darán el triunfo.