En la playa yucateca, una tarde, ante la caída del sol, la columna Viernes Cultural informa a El Transcriptor de lo atinado de una propaganda gubernamental, denominada “Agosto, mes de la lactancia materna”, que es de interés para todas las madres y para la sociedad, y dice los beneficios del asunto.

Para el bebé:

Reduce la mortalidad y desnutrición infantil; Fortalece el sistema inmunológico; Estimula el desarrollo neurológico.

Para la madre:

Previene el cáncer de mama, útero y ovario; Reduce el sangrado después del parto; No tiene costo.

Increíble, el cuerpo humano es portentoso, es una maravilla de la naturaleza, afirma el erotómano de su vida, y, después de cavilar profundamente, pregunta con inocencia de bebé:

¿Y los beneficios para el también prócer de los viernes?

• Podría ser inspector general de los lactarios de la Secretaría de Educación, con nombramiento especial, ya que la plaza no está sujeta a concurso de oposición, y me la puede asignar directamente el secretario Víctor Caballero Durán.
• Una vez usado por el bebé, puedo dedicarme al envase, a lavarlo, pulirlo, limpiarlo y darle esplendor, como hace con las palabras la Real Academia Española.
• También y para que descanse, puedo arrullarlo, arroparlo y darle el besito de las buenas noches…

De nada… Saludos…n