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El Transcriptor está agitado, turbado, nervioso, atolondrado, anonadado, dice incoherencias, “el mundo se tambalea, la virgen se llama Juana y yo me baño en palangana”. Así se topa con la columna Viernes Cultural, quien bebe su aromático espresso doble, en taza de porcelana china, y lee El Poder de la Pluma en Milenio Novedades.

Querido, querido, tranquilo, ya dijo el secretario Delio Peniche Novelo que sí te van a dar tus horas adicionales por tu destacado desempeño docente, ¿qué te preocupa?

Ya empezó, ya hay la plaga número 11, ya cayó no sólo en Egipto, sino en todo el mundo: la plaga sexual. Nadie se salvará, el mundo está a oscuras, las tinieblas se apoderan de la Tierra.

A ver, a ver, ¿fumaste?, ¿estás mamao?, ¿perdiste ya la chaveta?

Te voy a explicar, dice el erotómano de su vida: Yo soy partidario del sexo, de ahí la relevancia de esta columna periodística, por eso me contrató el jefe Martiniano.

Lo grave, eso sí, son los escándalos mayúsculos de los acosos y abusos sexuales. Según los datos periodísticos, la actual temporada la abrió un productor de cine en Hollywood, que originó la campaña de #MeToo, luego siguió el actor principal de la serie “House of Cards”, después la Academia Sueca, y ahora el asunto hace temblar al Vaticano, con la renuncia, aún no aceptada, de todos los obispos chilenos.

En cambio, yo no provoco ni problemas ni conflictos. Soy muy respetuoso, antes pido permiso, por ejemplo:

¿Fulanita, por favor, si eres tan amable, me prestas un rato y me dejas tocar “aquellito”?

De nada… Saludos…

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