MÉRIDA, Yuc.- El más reciente informe epidemiológico de la Secretaría de Salud confirmó un caso más de zika en Yucatán, el cual se presentó en una mujer embarazada, grupo de riesgo debido a que la enfermedad puede ocasionar la malformación congénita llamada microcefalia en el bebé.

Hasta el 15 de este mes, el Estado acumula nueve casos de zika este año, tres en hombres y seis en mujeres. De éstas, dos contrajeron la infección estando embarazadas.

Desde que inició la vigilancia epidemiológica de la enfermedad, que transmite el mosco Aedes aegypti, a finales de 2015 se han confirmado mil 308 casos en Yucatán, de los cuales 926 se han presentado en embarazadas.

Hasta la fecha, la Secretaría de Salud ha confirmado un solo caso de microcefalia relacionado con zika en la entidad, que se registró en junio de este año y correspondió a un bebé nacido en el Hospital Rural No. 63 del IMSS en Maxcanú. Este caso fue confirmado por el Instituto Nacional de Perinatología. El bebé se encuentra vivo y bajo seguimiento.

En el presente año, se han confirmado diez casos de microcefalia (seis niños y cuatro niñas). El año pasado, hasta el mismo corte se habían contabilizado 21 casos de este mal congénito, sin que ninguno se relacionara con la infección por el virus de zika.

La microcefalia es un defecto congénito en el que la cabeza del bebé es más pequeña de lo esperado en comparación con otros niños de la misma edad y sexo.

Los bebés con microcefalia con frecuencia tienen un cerebro más pequeño que podría no haberse desarrollado adecuadamente. Pueden presentar una gama de problemas adicionales, dependiendo de lo grave que sea la afección.

El padecimiento se asocia a convulsiones, retraso en el desarrollo, como problemas del habla y otros indicadores del desarrollo como falta de capacidad para sentarse, pararse y caminar, discapacidad intelectual (disminución de la capacidad para aprender y funcionar en la vida diaria), problemas con el movimiento y el equilibrio, problemas para alimentarse, como dificultad para tragar, pérdida de la audición y problemas de la vista.

Debido a que es difícil predecir al momento del nacimiento los problemas que tendrá el bebé con microcefalia, éstos necesitarán un seguimiento mediante chequeos regulares para vigilar su crecimiento y desarrollo.