Alicia Carrasco/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- El problema de la basura tecnológica va en aumento en Yucatán, al grado que al menos el 70 por ciento de las toxinas que se desprenden en los basureros es por esta causa, lo que contamina severamente el medio ambiente y, en especial, al manto freático.

Expertos en el tema ambiental indican que el desarrollo constante de generaciones y modelos de aparatos electrónicos ocasionan un consumo incesante de las personas, desechando con mayor frecuencia artículos muy contaminantes que aún tienen vida útil.

“La basura tecnológica incrementa cada año. Entre más desarrollo tecnológico y de la necesidad por adquirir aparatos como televisores y celulares, etc. sus costos bajan y la demanda se incrementa”, indicó Nayelli Hernández Crespo, vicepresidente de responsabilidad social y sustentabilidad de la Comisión Nacional de Empresarios Jóvenes Coparmex, y coordinadora de relaciones públicas del colectivo Na’lu’um.

Alertó que la Navidad es una fecha para regalar o autorregalarse este tipo de artículos, y por tanto, se generan cada vez más residuos, por lo que exhortó a las personas a tomar conciencia del problema que se ocasiona.

“Muchas personas, aunque a su celular le quede vida útil, ven la necesidad de cambiarlo por otro mejor o de moda; este ciclo se vuelve un problema tanto local como mundial, pues se generan muchos más residuos sólidos y la gente desconoce lo dañinos que son para la salud”, precisó.

Hay que entender, dijo, que todos están conectados en un mismo sistema y mucha gente ve de manera aislada la contaminación el medio ambiente.

Recomendaciones

Comentó que al año en el mundo se generan 40 millones de toneladas de este tipo de residuos, siendo los principales: televisores, celulares, computadoras y electrodomésticos, como el refrigerador, licuadoras y microondas. 

Indicó que para contrarrestar la situación es necesario guiarse por las tres r: reducir, reciclar y reusar, ya que cuando este tipo de residuos terminan en la basura, no desaparecen. 

Estos aparatos contienen metales como plomo, fósforo, mercurio, aluminio y cadmio, entre otros, que de entrada contaminan el suelo.