Creápolis, negocio de la inteligencia

Andrea Domínguez Andere y Raquel Salazar Pasos,apostaron a un proyecto de creatividad y ahora es parte de su fuente de ingresos.

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Las jóvenes comenzaron su negocio como un proyecto de tesis. (José Acosta/SIPSE)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- “La creatividad es la inteligencia divirtiéndose”; esta es la premisa que rige el negocio de Andrea Domínguez Andere y Raquel Salazar Pasos, dos jóvenes egresadas de la Universidad Modelo, quienes fundaron “Creápolis”.

Las jóvenes promueven talleres para que los niños puedan armar juguetes con las piezas que diseñan, de esta manera propician que los pequeños sean productores más que consumidores, apoyando de esta manera su desarrollo integral.

Su empresa comenzó como un proyecto de tesis y ahora es parte de su fuente de ingresos, estilo de vida y una manera de crecer profesionalmente con objetivos propios.

¿Por qué apostar al negocio de los juguetes lúdicos?
Andrea (A): Fue nuestro proyecto de tesis; nació como una marca de juguetes en el que se le otorga los elementos para que puedan crear los propios, tomando decisiones de colores, combinando tonos y figuras, pero por cuestiones de inversión decidimos reenfocar lo que hacíamos y fundamos los talleres para acompañar el proceso a los niños: les damos un kit y sesiones de creatividad durante un mes. 

¿Qué consideraciones tomaron para arrancar su negocio?
Raquel (R): Para tener todas las herramientas necesarias metimos el proyecto a la incubadora de la Universidad Tecnológica Metropolitana, allí nos orientaron para armar el negocio en el ámbito administrativo, financiero, de producción, cuestiones que no dominábamos y necesitábamos reforzar.

¿Cómo resolvieron el aspecto financiero?
A: Gracias al tipo y viabilidad del proyecto conseguimos un inversionista que nos dio el impulso económico para iniciar. 

¿Cuál consideran que es su ventaja competitiva?
R:
Que estamos dando la oportunidad de que los niños puedan ser autores, creadores no sólo consumidores de juguetes. Aprenden el proceso y además desarrollan su creatividad.

¿Además de la formación universitaria cómo se capacitaron para crear los talleres, en los que intervienen temas educativos?
R: La carrera nos ayudó a desarrollar la parte de los juguetes y para hacer los programas nos asesoramos y estoy certificada por el Centro Mexicano de Excelencia Humana Creativa. 

¿Qué tipos de testimonios podrían compartir sobre los beneficios que aportan sus juguetes y talleres?
R: Tenemos muchos ejemplos, pero unas anécdotas que nos han demostrado que vamos por buen camino son las vividas con el Spray Anti- Susto, un líquido perfumado que los niños preparan para superar sus miedos.

Los padres de los pequeños nos han dicho que los menores lo han usado para ya no temerle a la oscuridad o perder el pánico escénico de hablar en público. 

Con este tipo de productos, acompañados del taller, les ayuda a forjar su seguridad, pero sin dependencia porque les explicamos que cuando se acaba el spray quiere decir que ya superaron sus miedos por completo.

¿Cómo ha influido el factor joven en su trabajo?
A: En algunos aspectos ha resultado beneficioso porque los padres de familia buscan que personas jóvenes sean quienes dirijan este tipo de talleres que implican estar activos, actualizados. 

Por otro lado, hemos enfrentado a gente que creen que no hablamos en serio, o nos proponen precios más altos en los presupuestos respecto a otros, a través del error estamos aprendiendo, menos mal que es ahora que estamos jóvenes y creciendo como empresarias.

¿Cómo lidian con el tema de la negociación con proveedores?
A: Sabemos que hay que cometer errores en nuestra vida, a veces se pierde dinero, pero todo es parte del proceso de mejora, entonces lo que hacemos es estar en constante comunicación y retroalimentación para evaluar lo que nos pasó y evitar que se repita. 

¿Cómo protegen su trabajo?
R: Estamos por recibir el registro de la marca.

A: En el caso de los productos debido a su naturaleza innovadora no podemos patentarlos, pero nuestra forma de protegernos es con la calidad, originalidad y trabajar cada vez nuevos diseños. 

Todo se publica en nuestros espacios de internet y así se registra el tiempo de creación, aunque lo copien nuestro sello es único, siempre nos estamos superando y mejorando. 

Tenemos cubiertas las redes sociales y nos promovemos de boca en boca, gracias a nuestros clientes. 

¿Hasta el momento qué lecciones consideran significativas?
A: Es difícil ser emprendedor porque nos ha costado mucho trabajo, esfuerzo, lágrimas, meses sin dinero, pero la satisfacción de saber que está funcionando y que a la gente le está gustando.

Muchos nos recomiendan porque los niños lo están aprovechando por lo que es invaluable, una experiencia que sólo se tiene como emprendedor. 

Esos logros no pueden ser comparables a un aumento de sueldo o puesto  en una empresa. 

R: Creápolis es nuestro bebé, todo lo tenemos aquí, amamos lo que hacemos, nos encanta trabajar con niños y estamos diseñando constantemente.

¿Qué consejos podrían compartir con sus contemporáneos emprendedores?
A: Ser emprendedor es el mejor camino que pueden tomar, pero necesitan bases, como hacer un buen estudio de mercado para poder aplicar procesos de innovación.

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