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VALLADOLID, Yuc.- Dos niños de entre 4 y 5 años de edad estuvieron a punto de morir calcinados durante un incendio registrado en su casa de la calle 8 por 43 de la colonia San Francisco, cuando su madre Candelaria Poot Castillo se embriagaba en una cantina clandestina ubicada cerca del lugar.

La densa humadera que originó el incendio llamó la atención de los vecinos, que enseguida salieron a ver qué sucedía.

Según información recabada en el lugar de los hechos, la propietaria, de quien dijeron suele emborracharse casi todos los días, se encontraba en un bar clandestino, donde en tono de broma una de sus compañeras de farra le dijo que se estaba quemando su casa, haciéndola reía a carcajadas; sin embargo, al darse cuenta de que en realidad era su casa la que se estaba quemando, hasta la borrachera se le quitó y salió corriendo a ver qué pasaba.

Ya era demasiado tarde, un cortocircuito, al parecer originado debajo del refrigerador, provocó una explosión que se escuchó a varias cuadras del rumbo. Enseguida una densa capa de humo cubrió el lugar. Minutos después se escuchó otra explosión más leve, se trataba de un tanque de gas que afortunadamente estaba casi vacío, de no ser así se hubiera contando otra historia.

Una casa construida con maderos y lamina de cartón quedó reducida a cenizas, mientras que un cuarto de bloques quedó ahumado.

Los primeros en llegar, aunque ya demasiado tarde, fueron los elementos de Protección Civil, que con ayuda de unas pequeñas mangueras intentaron sofocar las pocas llamas que quedaban. Más tarde llegó la Policía Municipal y los bomberos, que nada pudieron hacer más que constatar que no quedara alguna chispa encendida.

Paramédicos de la SSP y de la Cruz Roja se presentaron al lugar tras recibir el reporte del incendio, por si alguien salía lesionado, pero sólo hubo pérdidas materiales.

Vecinos pidieron la intervención del DIF Municipal, a fin de que le quiten a Candelaria la custodia de su hijo y su nieto, ya que los pequeños estuvieron a punto de morir mientras ella se emborrachaba.