Pasión por el color de la cultura mexicana

Apuesta a la promoción de artesanías contemporáneas, prendas y accesorios que retoman elementos étnicos.

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Cristina Herrera Valencia ofrece una visión fresca y novedosa de las creaciones artesanales. (Milenio Novedades)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- El orgullo por la cultura mexicana llevó a Cristina Herrera Valencia, de 23 años, a emprender un negocio de promoción de artesanías contemporáneas, prendas y accesorios con conceptos modernos que retoman elementos de las etnias de la nación, todo dirigido al público local, nacional y extranjero. 

Desde su paso por la Universidad del Valle de México,  en la carrera de mercadotecnia, inició proyectos de emprendedores, pero fue hasta su egreso cuando enfocó su negocio a la difusión de la cultura a través de creaciones de jóvenes creadores de su generación. Color Amor Talent Store reúne propuestas para diferentes públicos y su futuro, de acuerdo a su fundadora, es convertirse en una franquicia.

¿Por qué iniciar una tienda concepto con enfoque mexicano?

De toda la vida me he sentido atraída y orgullosa por nuestra cultura mexicana, tenemos un país muy rico en color, arte y sin embargo en los jóvenes a veces hace falta inculcar el amor por lo que se crea en la patria. En mi recorrido por  bazares  descubrí a muchos diseñadores y productores de artesanías y  prendas hermosas, que mezclaban lo contemporáneo con nuestra cultura. Ese contacto me llevó a plantearme la posibilidad de abrir una tienda concepto para darles espacios, promoverlos y lograr un esquema de gana-gana a favor de las creaciones mexicanas y mayormente yucatecas, para que la gente se dé cuenta que lo que se hace en el país está bien hecho. 

¿Qué criterios aplicas para integrar las propuestas en tu negocio?

El principal: todo debe ser mexicano, en la tienda el 50 por ciento yucateco y  el resto de productos de diferentes estados del país. Cuido que lo que proponemos no se venda cerca; cuando me llegan proyectos de fuera, investigo en internet y  si son de aquí me traen las propuestas y las reviso, verifico la calidad de la manufactura, el diseño, colores, texturas y que esté armonizado con las demás piezas, para que la visita de los clientes sea cómoda, acogedora y disfrute de lo que ofrecemos. Además estamos bajo un modelo de negocio de ganar-ganar para que todos salgamos beneficiados, respetamos el precio al público que los artesanos o diseñadores manejan con sus clientes, para no ser una competencia desleal, pero con ese costo luego analizamos qué porcentaje corresponde a cada parte.

¿Qué consideraciones tomaste para desarrollar tu proyecto?

Estudiar la carrera de mercadotecnia me ayudó a tener la visión para detectar oportunidades y ofrecer algo diferente e interesante para el mercado. Con este enfoque me di cuenta que en el Centro Histórico de Mérida hay muchas tiendas de artesanías, pero todas tienen casi lo mismo, y había un sector que no estaba siendo atendido y de ahí me basé para ofrecer productos artesanales, pero modernos. 

¿Cuál consideras que es tu valor agregado respecto a otros negocios de artesanías?

Lo variado y especial de las creaciones que manejamos. Tenemos cojines, ropa, calzado, cerámica, bisutería y demás artículos artesanales reinventados por la fusión de jóvenes diseñadores y la sabiduría de los maestros artesanos y las tradiciones de las regiones indígenas mexicanas.

Además, las causas sociales van de la mano con este movimiento creativo, ya que se diseña para modernizar el trabajo de las diversas etnias del país bajo los principios del comercio justo o elaborar productos que apoyen a diversas asociaciones. Todo esto es reunido en Color Amor, en conjunto con los diseñadores que hay detrás de cada marca, para orgullo de nuestros compatriotas y para la admiración de otras nacionalidades.

¿Tuviste experiencia previa en negocios?

Mientras estudiaba estuve trabajando en una empresa de seguros donde aprendí mucho, pero siempre tuve la inquietud de hacer mi propio negocio. En la universidad en una materia de emprendedores junto con mis compañeros hicimos una empresa de libretas con motivos mexicanos, pero eso no trascendió, pero con ese espíritu de impulsar lo nacional tuve clara la idea para fundar “Color amor”.

¿Cómo fue tu proceso para crear tu empresa al ser joven emprendedora?

Fue difícil al principio, porque hay que cuidar todos los detalles legales de trámites, la cuestión administrativa, pero como joven tengo una visión fresca y actualizada de muchos temas que tienen que ver con el negocio y poco a poco aprendo el tema de manejo de finanzas.

¿Qué consejos puedes compartir con tus contemporáneos emprendedores?

Que se asesoren bien en el tema financiero, en los trámites ante gobierno, porque pueden tardar más tiempo de lo que crees y sobre todo a no tener miedo de empezar,  puede resultar difícil pero se va aprendiendo y logrando avances.  Actualmente tengo propuestas para que la tienda se convierta en franquicia, tengo personas que me han pedido presencia en Monterrey, Playa del Carmen, la Ciudad de México y hasta en Estados Unidos, eso me aporta indicios de que el negocio va bien. 

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