Crónica: La ciudad maya que cautivó al presidente chino

Juego de Pelota, Baile de las Cintas, ceremonia maya y calor enmarcan la visita del mandatario oriental a Chichén Itzá.

|
Los presidentes, con sus respectivas esposas, se tomaron la foto con integrantes del ballet folclórico. (José Acosta/SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

SIPSE.com
CHICHÉN ITZÁ, Yuc.- Apenas llegó a la explanada, Xi Jinping, el Jefe de Estado de una de las naciones más poderosas del planeta, giró la cabeza a su derecha y sus ojos rasgados se abrieron ante la maravilla que representa la principal pirámide de Chichén Itzá.

Por encima del sombrero de su esposa Peng Liyuan, el dignatario chino miró las escalinatas y la estructura geométrica del Castillo o sede del dios maya Kukulcán. Callado, el presidente visitante se dejó llevar por el protocolo hasta el centro de la planicie sin dejar de mirar el edificio.

Decenas de personas, entre ellas miembros de la delegación china, funcionarios federales y periodistas de la agencia Xin Hua, rodeados de un sinnúmero de agentes de seguridad, conformaron la visita a la ciudad de los antiguos itzaes.

A las diez de la mañana la pirámide de Kukulcán se erguía como un gigante de tiempos inmemoriales sobre un fondo de cielo azul pincelado con nubes blancas, ante un sol en plenitud, el dios Kin, que resaltó su arquitectura y las aristas cinceladas por los antiguos mayas.

Frente al edificio, el presidente Enrique Peña Nieto explicó en inglés al visitante el fenómeno solar de proyección de la sombra de la serpiente de Kukulcán en el equinoccio de Primavera. Inmutable, pero interesado, Xi Jinping escuchó con atención a su anfitrión.

Juego de Pelota

Conforme al protocolo, los visitantes se trasladaron a las estructuras del Juego de Pelota de Chichén Itzá, el más grande de su tipo de todo Mesoamérica, donde sacerdotes y músicos vestidos a la usanza prehispánica hicieron resonar sus caracoles, tunkules y huehuétls.

Xi Jinping y su esposa Peng Liyuan, al igual que sus ministros y funcionarios del gobierno chino, presenciaron sin gesto alguno –típico en los orientales-, pero con la vista fija el desarrollo del juego de dos equipos que disputaron de manera tradicional la pelota de caucho.

La comitiva visitante fue llevada al lado sur de la pirámide principal, desde donde pudieron apreciar el Templo de las Mil Columnas y los cuerpos de las serpientes de piedra en la parte superior del edificio. Los periodistas no dejaron de tomar fotografías.

Ante el creciente calor, las esposas de los presidentes se defendieron de los rayos del sol con sus sombreros, no así la señora Blancarte de Zapata, quien usó pañuelos desechables y bebió agua durante el recorrido. A pasos forzados, se vieron el secretario Jorge Carlos Ramírez Marín y el senador Emilio Gamboa Patrón.

Baile de las Cintas

La delegación china presenció una estampa tradicional yucateca, el Baile de las Cintas que inspiró el emblema del gobierno del estado. Por fin, la señora de Xi Jinping sonrió y se contagió de la música y del entusiasmo mostrado por la señora Angélica Rivera de Peña.

En el colofón de la visita, el presidente chino recibió de un defensor de las tradiciones mayas “una limpia” con ramas de albahaca para disipar las influencias negativas, lo que podría serle de utilidad ante el difícil escenario político que enfrenta por la disidencia y el movimiento tibetano en su país.

Como parte de la organización de un protocolo de visita, un grupo de niños y otro ceremonial despidió con cantos, sonidos de caracoles y tunkules al presidente chino, con la idea oficial de que su visita implicará reforzar los lazos de amistad entre ambas naciones.

(Cortesía de Jesús Mejía)

Lo más leído

skeleton





skeleton