Crónica: Propósitos de Año Nuevo de "La Mujer Maravilla"

Pegó el papel en donde pudiera verlo, caminó hacia la pila de libros, tomó uno, se sentó y leyó “Capítulo uno”, Fabiola, en busca de la “Mujer maravilla”

|
Como cada año, Fabiola se propone leer más este 2013. (Milenio Novedades)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Alicia Carrasco/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Fabiola hizo una mueca, desdobló la hoja donde apuntó los propósitos de Año Nuevo 2012 y leyó con desaprobación la interminable lista… Eran 12 frases que, de cumplirlas, la habrían vuelto algo así como la “Mujer maravilla”.

Pasó los ojos sobre las cinco primeras líneas: “terminar de leer al menos un libro”. Miró hacia la mesa de noche donde se encontraba una pila de libros haciendo equilibrio, atravesados por separadores de colores, encargados de recordarle que se había quedado a la mitad, al principio y en el prólogo de algunos de ellos.

Se recostó en el sofá y siguió leyendo: “administrar mejor el dinero”, bueno, debió haber especificado el “cómo” y “en qué”, ya que si bien había logrado llegar a fin de mes, todos los meses, en definitiva no había logrado ahorrar en nada, y todo lo posiblemente invertido en algún viaje se encontraba colgado en su clóset o arrumbado en alguna esquina de su departamento, empolvándose e inservible.

En tercer lugar figuraba la célebre frase “mejorar la salud”. Fácil de decir, difícil en su caso, de llevar a cabo. Recordó haber ido a la nutrióloga y haber escrito la lista del súper, tenía el recuerdo de un carrito lleno con todo lo necesario para llevar una dieta que le prometía ser la persona más sana sobre la faz de la Tierra. La primera semana todo fue entusiasmo y porciones exactas, pero a la tercera, la comida le habló a media noche y ahí acabó el intento.

El segundo propósito en la lista era “correr un maratón”, propósito que la mandaba al número tres, y de ahí al temeroso número uno de la misma…

“Correr un maratón”, repitió con pesar en su mente, y se estiró perezosa sobre el sofá; se giró sobre su costado y con la mirada recorrió la sala hasta la cocina. “Voy a correr… pero al refrigerador por un bote de helado”, pensó sin un poco de vergüenza, y sólo agradeció en silencio ser de complexión delgada.

Se incorporó y sintió cómo el invierno había hecho estragos sobre su persona. Miró hacia abajo, sobre la sudadera que escondía una aparente “complexión delgada”, entrecerró los ojos vigilando que el volumen no incrementara, y finalmente, leyó la primera línea.

“Bajar de peso”, resopló. No había durado ni el mes completo en el gimnasio cuando se saturó de pretextos hasta convencerse de no ir y empezar de nuevo, según ella, cada lunes de mes, pero jamás ocurrió. Hizo una bola con el papel y encestó de manera casi profesional los propósitos que no llegaron a ser parte de ese año.

Frustrada y decidida, se levantó, tomó una hoja de papel y empezó por escribir: “Propósitos de Año Nuevo 2013”, seguido por los cinco primeros de la anterior; este año, se prometió, lo lograría.

Pegó el papel en un lugar donde pudiera verlo, caminó hacia la pila de libros, tomó uno, se sentó y leyó “Capítulo uno…”.

Claves para no morir en el intento

1.- No persigas lo que no necesitas:

No te fijes metas banales para satisfacer después. Empieza por cumplir las necesidades que ya tienes.

2.- Escoge pocos y limítate a ellos:

Asume que no puedes con todo. Di no a ciertas cosas que te gustarían, pero son secundarias. Enfócate en pocos objetivos, muy claros y relevantes para ti.

3.- Define cada objetivo:

Requieres trazar una línea clara, tras la cual considerarás que el objetivo está cumplido. Si no conoces la meta, no puedes alcanzarla.

4.- Haz la primera prueba:

Conocer lo que se avecina te permite también distribuir inteligentemente los esfuerzos, colocando lo más exigente al principio.

5.- Resérvales tiempo y recursos:

Empieza por propósitos simples que requieran tiempo. Si ves que vas sobrado, siempre puedes ampliar a medio curso.

6.- Mantenlos presentes:

La principal fuente de abandono de propósitos de año nuevo es el olvido. Necesitas escribirlo en grande y tenerlos visibles, sin temor a las críticas.

 

Lo más leído

skeleton





skeleton