'Un bombero no tiene una segunda oportunidad'

Hace tres décadas, en el Estado sólo había unos 20 rescatistas en apenas 3 estaciones. Hoy, hay casi 300 elementos en 15 sedes.

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El Cuerpo de Bomberos de Yucatán no sólo se ha incrementado en número de efectivos sino también en tareas: hoy también realizan labores de rescate en cenotes. La imagen es de contexto. (NTX)
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Agencias
MÉRIDA, Yuc.- Impulsada principalmente por el crecimiento poblacional del estado, la Dirección de Siniestros y Rescates de la Secretaría de Seguridad Pública, está conformada por un grupo de élite capacitado para atender emergencias, como incendios y derrames de combustibles.

El titular de esta unidad, Jorge Flores Martínez, destacó que en las últimas tres décadas, esta institución ha tenido un crecimiento exponencial, tanto en el número de unidades y elementos, como en la preparación para atender emergencias, pues “los bomberos no tenemos una segunda oportunidad”.

Con 29 años de formar parte de la corporación, Flores Martínez recordó que en 1985, el cuerpo de Bomberos de Yucatán apenas contaba con una base central y dos auxiliares, unas dos decenas de elementos y unas seis unidades para la atención de emergencias.

Tres décadas después, el número de elementos que integran esta unidad es de 296, se tienen cerca de 90 unidades distribuidas en 15 estaciones de emergencia en la capital yucateca y 13 a nivel regional, donde prestan diversos servicios de ayuda, los cuales en ocasiones se extienden a Campeche y Quintana Roo.

Otra de las razones del crecimiento es que los bomberos de Yucatán abarcan otras actividades de rescate como búsqueda de embarcaciones y náufragos, además de apoyo turístico en alta mar, etc.

En otros tiempos, los Bomberos cerraban los desfiles cívicos porque eso 'obligaba' a la gente a quedarse hasta el final, tan sólo por verlos

"Nuestra evolución -dijo- ha permitido contar con una unidad marina y de buceo, los cuales también apoyan en el rescate de personas en cenotes o cavernas, así como en otras tareas como el combate de abejas africanas, captura de animales peligrosos, accidentes viales, derrame de combustibles, entre otros".

En entrevista con Notimex, manifestó que los incendios forestales y de unidades de transporte de combustibles, así como el derrame de sustancias peligrosas, son tareas que obligan a una mayor capacitación, ya que de carecer de la preparación adecuada, un bombero no solo puede exponer su vida, sino la de todo su equipo.

Instruidos por especialistas de Estados Unidos y de expertos de colegios emblemáticos en el país como los de Guadalajara, San Luis Potosí o Distrito Federal, reiteró que buscan su principal acción es la prevención de accidentes.

Tras recordar numerosas ocasiones en las que ha participado para apagar un incendio o preservar una vida, resaltó que el aprendizaje es una tarea continua y que, año con año, por ejemplo durante los incendios forestales, nos permiten foguearnos.

Sin embargo, el jefe de bomberos mencionó que la clave el éxito de su trabajo no radica en una oportuna intervención, sino en las tareas de prevención que se llevan a escuelas, empresas y a las comunidades.

El ser bombero, añadió, es un orgullo, y a pesar de los años que puedas tener en esta actividad, el aplauso de la gente cuando desfilamos en las paradas cívicas (desfile) es una muestra de cuánto reconocen nuestra labor, es algo que no llena de mucho sentimiento y nos hace revalorar nuestra tarea de servir.

“Una anécdota es que durante mucho tiempo los bomberos cerrábamos los desfiles y la razón de ello es porque la gente esperaba a que pasáramos, así se veían motivados a quedarse a mirar todo el desfile, pero lo más importante es esa muestra de cariño que nos tienen a una tarea muy difícil”, refirió.

(Información de Notimex)

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