'Ayudar no es un acto altruista, es una necesidad'

La espiritualidad es una de las fortalezas para aprender a vivir: David Enrique Álvarez García, fundador de la Asociación Arca de Noé.

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La espiritualidad fue una de las fortalezas para aprender a vivir, dejando el egoísmo atrás y compartir a través de su testimonio la buena noticia de la oportunidad de rehabilitarse”. (Milenio Novedades)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Abrazar las debilidades, reconocerlas y enfrentarlas fortalece el espíritu humano, y sólo estando en el lugar del problema la persona es más apta de ayudar a alguien en la misma condición.

Con esta perspectiva, David Enrique Álvarez García, representante legal y fundador de la Asociación Arca de Noé Alcohólicos y Drogadictos en Rehabilitación, se ha conducido desde el primer día trabajando con las herramientas de vida que le dejó su propia experiencia en las adicciones y una fe inquebrantable desarrollada desde las profundidades de los momentos más difíciles de su enfermedad.

“Para mí ayudar no es un acto altruista, es una necesidad”, expresa Álvarez García, quien lidera este proyecto formando con los profesionales y beneficiados, una gran familia, donde todos tienen una segunda oportunidad. 

Actualmente, el sitio alberga hombres y mujeres  que desean superar la adicción; la atención es gratuita y el modelo de trabajo ha impactado positivamente en jóvenes, sus familias y su comunidad, por lo que en municipios y colonias marginadas están solicitando su intervención para enfrentar y prevenir este problema social.

La organización hoy celebra cuatro años de fundación y servicio altruista, con un festejo en el que convivirá la familia del Arca de Noé.

Volviendo a nacer

Las circunstancias más difíciles, pueden convertirse en escalones hacia arriba o un tobogán al abismo, David Enrique navegó entre los dos antes de descubrir el sentido de su vida y construir un camino ascendente.

Como alcohólico y drogadicto en recuperación, platica en entrevista su testimonio: inició su contacto con las adicciones a muy temprana edad, a los 11 años, siendo el niño rechazado de un barrio pobre del centro de Mérida, por vivir con más comodidades que los demás; sin embargo lidiaba con la mayor desventaja: la falta de amor en familia.

Su madre demostraba su afecto, trabajando arduamente y brindándole lo necesario para vivir con lo mejor, respecto a lo que ella tuvo en una infancia llena de carencias. 

Enmarcado por unos padres, cuyas muestras de cariño prácticamente dependía del alcohol, los valores familiares no eran parte del pan de cada día, como lo era la soledad. 

Con estos antecedentes fue fácil engancharse con los “chicos banda” de la cuadra para lograr aceptación, luego se perdió en un viaje de excesos. 

Como adulto y padre de familia, con varios intentos de rehabilitarse, problemas de distanciamiento, un 24 de diciembre, en medio de una crisis, intentó suicidarse en la soledad de un hotel y en vez de encontrar a la muerte encontró a Dios, y sus misteriosas formas de llegar a la persona que más lo necesita.

Tras una operación fallida en un primer momento, decidió llamar a su suegra para despedirse y darle la encomienda de avisarle a su  familia, se llevó la sorpresa de que su hijo, el nacido el 24 de diciembre, fue quien contestó el teléfono.

“Papá tú eres mi mejor regalo, ¿vas a venir a la casa?”, sin palabras, y con medio cuerpo paralizado por las drogas, llegó como pudo a su hogar, recibido con los brazos abiertos. Ese día volvió a nacer.

Providencia y voluntad

Ante la revelación, comenzó un proceso de liberación de su dependencia y las heridas de la vida. El camino no fue fácil, pero la espiritualidad fue una de las fortalezas para aprender a vivir, dejando el egoísmo atrás  y compartir a través de su testimonio la buena noticia de la oportunidad de rehabilitarse.

Es así como en medio de sus propios aprendizajes decide fundar el Arca de Noe Alcohólicos y Drogadictos en Rehabilitación, que abre las puertas de su centro para todos los que desean superar este doloroso episodio. Reciben desde menores de edad hasta adultos de la tercera edad.

Entre los profesionales y albergados, ha logrado en cuatro años formar una familia, con el amor, dedicación, respeto y confianza, que faltó en su infancia y carecen los que llegan a las puertas del centro.

Uno de los personajes más apreciados en el lugar es Jesús Erosa Argüelles, mejor conocido como “Chichonal”, colaborador y padrino quien con su testimonio alienta a los jóvenes a mejorar, hoy celebrarán con su aniversario número 32 de haber dejado las adicciones. 

La asociación se ha dedicado a apoyar al enfermo de alcoholismo y drogadicción en su rehabilitación, a través de la práctica del programa de Alcohólicos Anónimos, ofreciendo hospedaje, alimentos, terapia y apoyo psicológico, nutricional y médico.

También se apoya de otros métodos exitosos a nivel mundial que han adaptado para hacer uno propio.

Los beneficios han sido de profundo impacto y a pesar de su corta historia, el Arca de Noé ya cuenta con tres albergues, uno de ellos especialmente dedicado a la mujer y otro a menores de edad y uno más para jóvenes y personas de la tercera edad.

Las agrupación además ha generado programas que ha propuesto a los gobiernos, con el plan de Marketing Social “Una nueva sociedad contra el alcoholismo y drogadicción”, elaborado por Romhy Patricia Hidalgo y el cual aún no ha encontrado eco en las autoridades. 

Perfil
  • David Enrique Álvarez García nació el 25 de noviembre de 1969.
  • La organización cuenta con certificaciones de los tres niveles de Gobierno, colaboran con el Consejo Estatal de Salud Mental y cuentan con el respaldo del Centro Nacional de Control de las Adicciones (Cenadic). 
  • Cuentan con tres sedes, una para menores, otra de mujeres y una más mixto, tanto para jóvenes como personas de la tercera edad.

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