Por las principales avenidas, en espectaculares y paradas de autobús, me he topado con un nuevo anuncio que promueve el uso del Dispositivo Intrauterino (DIU) como método anticonceptivo de elección, el cual, como su nombre dice, es un diminuto aparato en forma de T que se introduce por la vagina al útero, donde puede permanecer de 3 a 12 años creando un ambiente hostil para la fecundación o implantación.

Algunos contienen hormonas y otros son de cobre, sin embargo ambos tienen un alto índice de efectividad que las farmacéuticas dicen de un 99 por ciento.

En el IMSS es uno de los métodos más empleados posterior al parto en mujeres con pareja, ya que no es definitivo y a diferencia de lo que muchos dicen, tiene pocos efectos secundarios.

Pero volvamos a la campaña, la cual pierde su magia y credibilidad pues en realidad se trata de una publicidad engañosa generada por una empresa, la Red DKT, que en su página web se describe como “una red médica especialista en salud sexual y reproductiva en la cual puedes acceder a métodos anticonceptivos de manera fácil y con una alta calidad”.

En la misma página ofrecen 20 por ciento en la colocación del DIU y proponen una vida atrevida llena de sexo divertido sin remordimientos.

Como pasante de medicina y católico, opino que nadie puede, como lo hace Facundo, imagen de la campaña, o una empresa pobre en responsabilidad social, como lo es DKT, proponer un método anticonceptivo que quizá no es el adecuado.

Urge la promoción de valores para evitar la promiscuidad que genera la transmisión de múltiples enfermedades y el embarazo no deseado; así pues, propongo mejor acercarse a su médico de confianza y no creer en publicidad engañosa y ofensiva para el médico y la mujer.