De Correas al “wats” y el “tuiter” (1)

A todos, altos, i baxos é visto desear buena ortografia y murmurar y kexarse.

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A todos, altos, i baxos é visto desear buena ortografia y murmurar y kexarse de la que está en uso sin autor zierto: y a todos desear una ortografía zierta, fazil , y segura sin enbarazos

Podría alguien pensar que el epígrafe lo escribió en su “wats”, en su “tuiter” o en su Facebook alguna de esas personas a quienes hoy les da flojera la correcta escritura de las palabras en español. Lamento informarles, sin embargo, que es copiado de la Ortografia Kastellana de Gonzalo Correas (1571-1631), gramático, lexicógrafo y ortógrafo que postulaba hace 500 años “ke eskribamos komo se pronuzia y pronunziemos komo se eskribe” y que, como pasados los siglos propondría en Zacatecas, en abril de 1997, Gabriel García Márquez, pedía un “tratado de límites” entre ciertas letras, la supresión de otras y la sustitución de la c y la q por la k.

Nihil novum sub sole, reza el Eclesiastés, o, lo que es lo mismo, pocas cosas hay que inventar –al menos en materia de lenguaje- porque, como dice Alex Grijelmo en su Defensa apasionada del idioma español, se ha ido construyendo a lo largo de mil años, en 700 de los cuales no había Real Academia Española, de modo que “el proceso mediante el cual el castellano fue adquiriendo su propia fisonomía… (fue) decidido por los hablantes de uno y otro lado del mar, que parecieron ponerse de acuerdo en decisiones para las que jamás convocaron reunión alguna “ (Grijelmo, op. cit.).

En la época de Correas, un genio de la gramática y la ortografía junto con Antonio de Nebrija, el español apenas comenzaba su caminar como lengua romance (era un dialecto del latín) y casi todo estaba por construirse en materia de normas, aunque ya el pueblo, único dueño y albacea plenipotenciario del idioma, sin necesidad de una “Real Academia”, había ido dando forma y coherencia a un modo de hablar distinto, pero no distante, de su lengua madre.

Habían transcurrido cinco siglos de las Glosas silenses y las Glosas emilianenses, a las que se da por acta fundacional del español (entre los siglos X y XI) y se vivía el Siglo de Oro (que duró más de un siglo, de 1492, año de la reconquista de España y los viajes de Colón, a 1681, de la muerte de Pedro Calderón de la Barca) y el pueblo construía su idioma (continuará).

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