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MÉRIDA, Yuc.- Los primeros indicadores que reporta el Ayuntamiento de Mérida señalan que al menos 500 toneladas de residuos sólidos al mes son procesados de manera ilegal por la pepena, una práctica que está condenando al fracaso la inversión de unos 180 millones de pesos que costó la puesta en marcha de la planta de separación y composta.

Esto se dio a conocer en el Consejo Consultivo de Protección al Medio Ambiente, donde el regidor Enrique Alfaro Manzanilla, cuestionó la falta de actuación de la autoridad municipal para detener la pepena, que está reglamentada por la Comuna como prohibida, pero que se consiente su práctica ante la indiferencia de las autoridades.

"El propio Ayuntamiento señala que al mes no llegan a la planta unas 500 toneladas de residuos sólidos, que es el primer indicador que se tiene para saber de que tamaño es el problema de la pepena en Mérida", dijo.

Esta situación, continuó, deja ver la falta de operatividad de la Comuna para detener la pepena y que el alcalde Renán Barrera Concha está apostando al fracaso de lo invertido para su operación y cuidado del medio ambiente.

"El director de Servicios Públicos Roger Echeverría Calero recalcó que el Ayuntamiento no invirtió ni un solo peso para construir la planta, pero lo más lamentable es que se hizo un llamado enérgico para que se vigile el cumplimiento del reglamento, porque a más de dos años de esta administración nunca se ha visto una campaña publicitaria sobre el combate a la pepena", señaló.

No hay campañas contra la pepena

Como presidente de la Comisión edilicia de Salud y Ecología, Alfaro Manzanilla señaló que, dentro de los reportes mensuales de la subdirección de Ecología y Residuos Sólidos, nunca ha recibido información de acciones para detener la pepena, y tampoco reportes de alguna sanción en contra de las empresas concesionarias recolectoras de basura, principalmente a Servilimpia, como sanción a esa práctica ilegal.

El 30 de septiembre pasado Alfaro Manzanilla señaló públicamente el problema de la pepena que practica la concesionaria Pamplona el mismo día del inicio de operaciones de la planta.

"Está claro que hay grandes intereses de por medio porque esta administración municipal no ha efectuado ninguna acción, no se reporta ninguna sanción en contra de las cuatro empresas paramunicipales, que son Corbase, Pamplona, Sana y Servilimpia por la pepena que realizan sus trabajadores a todas horas. Lo peor es que la propia empresa municipal, que es Servilimpia, también se permite la pepena. Es verdaderamente lamentable la nula aplicación de los propios reglamentos municipales, que son vulnerados y violados ante la indiferencia municipal y la actuación del director de Servicios Públicos Roger Echeverría Calero".

De los informes de la Subdirección de Ecología se aprecia que en el periodo del mes de septiembre pasado se reportó de ingreso al relleno sanitario de 23 mil 500 toneladas en lugar de las 24 mil toneladas mensuales promedio, lo que significa que las 500 toneladas restantes no llegan a la planta porque son procesadas en la ilegalidad".

"Si como ejemplo señalamos que fueran 500 toneladas de PET, sería una derrama económica de dos millones 500 mil pesos al mes, lo que significa una millonaria economía informal para unos cuantos".