Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- A un grupo de 60 pacientes con insuficiencia renal crónica en la Unidad Médica de Atención Ambulatoria (UMAA) les fue negado el tratamiento de hemodiálisis el pasado 26 de abril por “causas desconocidas”, por lo que los afectados, bajo la representación de la asociación Dona Esperanza, presentaron una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de Yucatán (Codhey) y ante al delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social en Yucatán (IMSS), Jorge Herberto Méndez Vales.

El oficio remitido al delegado y enviado con copia a la Codhey fue recibido por ambas instituciones el pasado 30 de abril y los pacientes, junto con Flor María Santana Zapata, presidenta de “Dona Esperanza”, espera una pronta respuesta sobre la razón por la cual no fueron atendidos.

La titular de la asociación señaló que en el tratamiento programado para ayer, tres pacientes fueron avisados que mañana serán atendidos; sin embargo, Flor María señaló que acudirán a la institución para constatar que se cumpla lo prometido.

El documento, además, fue enviado con copia a Jorge Victoria Maldonado, presidente de la Codhey; a Raúl Plascencia Villanueva, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); a Jorge Luis Ek Bojórquez, secretario del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social Sección VI Yucatán; a Jorge Eduardo Mendoza Mézquita, secretario de Salud, y Mario A. Granados Baeza, director de la UMAA del IMSS.

“Somos una asociación civil que trabaja sin fines de lucro y uno de nuestros objetivos es ayudar, orientar y defender los derechos humanos de los pacientes con tratamientos de diálisis. En el presente oficio se presenta que no se les otorgó el tratamiento de hemodiálisis a 60 pacientes que acuden a la Unidad Médica de Atención Ambulatoria del IMSS, porque el personal no se presentó a trabajar desconociendo la causa de su ausencia”, señala el texto.

Flor Santana recordó que fue conmovedor ver la angustia que reflejaban los pacientes porque al no recibir el proceso ese día, tendrían que regresar hasta el martes siguiente.

“Si tomamos en cuenta que su último tratamiento de hemodiálisis fue el jueves, llevarían cinco días sin tratamiento, lo cual pone en riesgo su vida”, manifestó la activista social.