Mueve danza de los millones nuevos desarrollos habitacionales

Los departamento de lujo comienzan a ser parte de las ofertas de viviendas en Mérida, los cuales llegan tener precios de 6.9 millones de pesos.

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Los “rascacielos” empiezan a formar parte del paisaje de Mérida. (Milenio Novedades)
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Jesús Mejía/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Aunque cuentan con la capacidad económica para adquirir residencias con amplia superficie, en los últimos meses la mayoría de las personas de otras partes del país y con alto poder adquisitivo que llegan a Mérida prefieren invertir en un modelo de vivienda no yucateco: los departamentos.

Ante ese segmento, Mérida dispone de una oferta inmobiliaria nunca antes vista, con departamentos de lujo en privadas y torres habitacionales a precios cotizados incluso en moneda extranjera y que alcanzan los 530 mil dólares, unos 6.9 millones de pesos.

Se trata de inmuebles que cuentan con los lujos propios del modo de vida estadunidense, con albercas, cocinas integrales, spas, gimnasios, salas de cine y ludotecas, además de áreas verdes, piscinas, lagos y campos de golf.

Son conjuntos habitacionales con espacios comunes que implican la adopción de un modo de vida y un status social, con servicios como jogging track, juniors club, seniors club, business center, coffee shop, valet parking, concierge, room service, penthouse, jacuzzi y waterdecks, entre otros.

Muchos de los nuevos residentes provienen de Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México

En los últimos años, en la zona metropolitana de Mérida fueron edificadas una docena de desarrollos habitacionales, que hacen notoria y ahondan las diferencias socioeconómicas con respecto de las colonias del sur y de los municipios del interior del Estado.

Dichas privadas y desarrollos habitacionales se ocupan paulatinamente por nuevos residentes de la ciudad provenientes de Guadalajara, Monterrey y Ciudad de México, que huyen del alto costo de la vida y la inseguridad, consideró la asesora de ventas inmobiliarias Claudia Ileana Beltrán Basto.

El corredor de la zona norte de la ciudad, que abarca Altabrisa, Cholul, Montes de Amé, Conkal, Leandro Valle y Chablekal, alberga las privadas y conjuntos de residencias, así como la “danza de los millones” como parte de un mercado en desarrollo.

Country Towers Mérida, Residencial Campestre San Diego, Yucatán Country Club, Aurea Residencial, Paseo del Ángel, Residencial Valle del Norte, Gran San Pedro Cholul, Altabrisa Residencial y Lirium Conjunto Residencial son algunos de los asentamientos exclusivos de alta plusvalía.

“Vivir con glamour en Mérida tiene su recompensa”, reza unas de las frases de promoción de lotes y casas de diversos modelos construidas en 220 y 230 metros cuadrados de terreno, con precios que oscilan de 500 mil el predio a 6.9 millones de pesos la residencia.

En la oferta llama la atención el Country Towers, el primer desarrollo habitacional de lujo que consta de tres torres de 28 pisos cada una, el conjunto de edificios más alto de la ciudad en una de las zonas residenciales más exclusivas, reza su promoción con departamentos a precios de 350 mil dólares.

La edificación en construcción incluye departamentos “con acabados de lujo, pisos de mármol, espaciosas terrazas con vista a la ciudad, cristales contra huracanes, cocina integral y cuarto de servicios”, además de 20 mil metros de áreas verdes, lagos y jardines.

Certeza a inversionistas

Los conflictos entre particulares poseedores de vivienda en régimen de condominios y privadas en Mérida se deben a la carencia de un ordenamiento jurídico que permita resolverlos por la vía legal, ya que la Ley Sobre el Régimen de Propiedad y Condominio Inmobiliario del Estado de Yucatán es obsoleta.

El diputado Francisco Torres Rivas reconoció esta situación, debido a que dicha ley fue publicada en el Diario Oficial del Estado en 1962, lo que coincidió con la apertura del pasaje Emilio Seijo y respondió a los intereses de los comerciantes del centro de Mérida de esa época.

Ante el rezago de ley en materia de condominios, informó que el año pasado se reunió en diversas ocasiones con representantes de las cámaras Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y de la Nacional de la Industria para el Desarrollo de la Vivienda (Canavi) para trabajar en su actualización.

Las reuniones se llevaron a cabo en oficinas del Gobierno del Estado, con la participación de directivos de los colegios de arquitectos e ingenieros, con el fin de darle el contenido que se requiere para reglamentar los espacios habitacionales.

Adelantó que en el actual periodo de sesiones del Congreso estatal, que inició el pasado día 15, el Ejecutivo estatal presentará la iniciativa de reformas en la materia, por lo que se espera su aprobación con el reglamento respectivo este año.

“Es importante tener dicha ley, dado los escenarios que se viven en la zona metropolitana de Mérida, en particular por el desarrollo de inmuebles en privadas y torres de departamentos para darle certeza y seguridad a la inversión y garantizar la sana convivencia”, recalcó.

Al respecto, el arquitecto Sergio Quintana Flores, que participó en los trabajos de actualización de la citada ley, consideró urgente contar con dicho marco legal, ya que las construcciones han rebasado las normas existentes.

Reconoció que es complejo pensar en acuerdos en una comunidad que vive en un condominio, ya que no todos participan y se comprometen en su mantenimiento y mejoramiento, de ahí la necesidad de un reglamento.

Nuevos desarrollos 

Urbanistas y arquitectos reconocieron en la edificación de privadas, fraccionamientos y torres de lujo en el norte de Mérida un cambio en el estilo de vida que influye, incluso, en los jóvenes yucatecos, de tal forma que poco a poco queda de lado la tradicional vivienda urbana.

Gaspar Segura, especialista de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), reconoció que las actuales generaciones están influenciadas por los medios de comunicación en cuanto a los tipos de confort y lujo habitacional, de ahí el desarrollo de ese tipo de inmuebles en la ciudad.

“Las inmobiliarias no dan un paso en la construcción de departamentos de lujo sin asegurar la demanda”, recalcó el docente, quien mencionó que los principales clientes de esos desarrollos son los migrantes de la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara, acostumbrados a vivir en departamentos.

En Yucatán persiste el modelo de vivienda sola, de mampostería, con hamacas, patio trasero, matas de aguacate y limón y el lavadero, dijo el experto en arquitectura, quien señaló que los nuevos modelos de vida van en contra de lo tradicional. 

El urbanista Sergio Quintana Flores expuso a su vez que es política del Gobierno Federal impulsar la vivienda vertical y los desarrollos que nada tienen que ver con la idiosincrasia del yucateco.

Reconoció que mucha gente migra a Mérida y aprovecha el bajo costo de la vivienda. “Lo que pudiera invertir en un departamento de Infonavit de 45 metros cuadrados en el DF o Monterrey, aquí lo encuentra mejor, con más espacio y al mismo precio”, puntualizó.

Para la especialista en diseño urbano ambiental, Sheila Irigoyen Zozaya, el desarrollo de conjuntos habitacionales de lujo en privadas y torres propician la fragmentación social, la individualización y la nula convivencia vecinal.

Expuso que el crecimiento de la zona metropolitana de Mérida, sobre todo a partir de las reformas en materia agraria que implicó la desaparición de los ejidos, se ha dado de manera incontrolada sin una adecuada planeación del desarrollo urbano.

“Las inmobiliarias hacen lo que quieren, no hay un organismo que las coordine, y los propietarios de las casas construyen bardas de tres metros de alto, algo que no es costumbre en Mérida”, recalcó.

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